Nunca será insuficiente decir que Pemex es la principal empresa del país. Tampoco lo será decir que hace años es agredido y socavado por gobiernos y administraciones tecnocráticas y dóciles al interés extranjero. Nadie puede alegar exageración en la frase anterior. Somos el único país del mundo que se ha deshecho de su banca nacional para dársela a bancos extranjeros. El sistema nacional de pagos completo en manos de intereses que no son nacionales y que, además, les tiene sin cuidado.
Ahora Pemex firma un acuerdo con Braskem-Idesa a fin de vender el gas natural y para producir etileno.
Hace más de medio año varias organizaciones sociales no gubernamentales pidieron al IFAI información desagregada al respecto. Tienen razones para sospechar que la administración de Pemex da un trato preferencial para la construcción del proyecto.
Si se considera la miscelánea de trucos y vericuetos legales que han hecho los administradores panistas para disfrazar la virtual privatización, casi toda sospecha sobre sus intenciones será verosímil.
Más allá de la habilidad técnica y administrativa para encontrar atajos y simulaciones, existe una trama completa del gobierno federal para ocultar y disimular sus violaciones a la ley. Entregan gas más barato a una empresa que compite con las del propio Pemex. Los resultados son previsibles, Al tiempo argumentarán la inviabilidad. El mismo esquema que argumentaron cuando la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, a la que obligaban a comprar la energía a precios más caros de los que los vendía. A Luz y Fuerza del Centro no la quebró la corrupción y la ineficiencia de los trabajadores, la quebró la conspiración gubernamental.
Un esquema similar se revela aquí y allá utilizan en Pemex. Luego de meses de navegar el IFAI estaba obligado a entregar la información y estaba por hacerlo. Las empresas se ampararon y en el colmo del chantaje y la opacidad Braskem-Idesa amenaza con retirarse si se hace pública esa información. La complicidad gubernamental se hace evidente.
Mientras eso sucede, con la sensibilidad de un paquidermo sobre papel de arroz, el senador Bueno Torio, ex gerente de Pemex, dice que hacer caso a la ciudadanía sería perjudicial. Que en Europa la gasolina cuesta hasta 22 pesos el litro y en México es la mitad.
Olvida el senador mencionar detalles como distribución del ingreso, salarios, estado de bienestar, seguridad. Evita también mencionar el saqueo que hacen de Pemex sus políticas antinacionalistas y desleales.
Fuente: La Jornada de Veracruz
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