En concreto | Laura Itzel Castillo
Un ejemplo claro de concesión minera con graves afectaciones al medio ambiente y a la comunidad es el de Capulalpam de Méndez, en Oaxaca. Este es un caso de deterioro de los territorios indígenas, destrucción del tejido social, violación de los derechos de los pueblos y explotación irracional de los recursos naturales. La comunidad se encuentra amenazada por la explotación de oro y plata desde 2002, cuando se otorgaron las primeras concesiones. Diversas empresas están involucradas, entre ellas La Compañía Minera de La Natividad y Anexas, y Asarco, subsidiaria del Grupo México, de Germán Larrea, uno de los hombres más ricos del país.
Las actividades mineras en Capulalpam han causado enormes daños ambientales y amenazan la sobrevivencia de la comunidad, sus lugares sagrados y sitios de importancia histórica. Se han contaminado manantiales, ríos, arroyos y se han invadido terrenos comunales. Además, no fue requerida la opinión del pueblo de Capulalpam respecto a las actividades mineras en su comunidad, lo que violenta la Constitución y el Convenio 169 de la OIT, que establecen el derecho de consulta de los pueblos indígenas, y lo mismo ha sucedido al no castigar a los responsables del desastre ambiental, y al no garantizar que los daños sean reparados.
La situación, ya de por sí grave, se complicó más cuando se localizaron otras vetas de oro y plata en la última zona acuífera de Capulalpam, prácticamente en la superficie terrestre, por lo que se planeó una explotación a tajo abierto para la obtención de los minerales. Esta práctica de extracción es aún más dañina y peligrosa para el medio ambiente y la comunidad.
Gracias a la tenaz y decidida lucha de los habitantes de Capulalpam se logró que la Profepa realizara una inspección en 2007 y decretara una suspensión temporal de actividades. Las compañías deberían atender una serie de recomendaciones para reiniciar operaciones. A la fecha, no está claro cómo es que se han cumplido dichas recomendaciones, pero en los últimos meses las compañías han amenazado con reiniciar labores de explotación.
Desde hace varios años, los habitantes de Capulalpam optaron por un manejo sustentable y comunitario de sus recursos. El objetivo es proteger la biodiversidad, agua, y muchos otros recursos biológicos importantes en esta época de destrucción de recursos y de crisis climática global. La minería atenta contra esta propuesta de Capulalpam pues contamina y causa enormes daños a la biodiversidad.
Desde la Comisión Permanente del Congreso se aprobó un punto de acuerdo para exhortar al titular de la Secretaría de Economía informe sobre las concesiones mineras otorgadas a las empresas Compañía Minera de La Natividad y Anexas, SUNDANCE, Continuum Resources y Fausto Calvo Sumano en tierras comunales de Capulalpam de Méndez, Oaxaca; a la Semarnat y a la Conagua sobre el derrumbe de las presas de jales, cuyos desechos contaminan las aguas del río Capulalpam, así como la Profepa con respecto a las investigaciones en curso a propósito del presente asunto.
Es inadmisible que se siga entregando el patrimonio de las comunidades mexicanas a las grandes mineras trasnacionales o propiedad de multimillonarios mexicanos. Debe exigirse el pago por los daños ambientales causados a Capulalpam y al resto de las comunidades afectadas por la minería, y revocarse las concesiones a quienes causen daños al medio ambiente y/o a la forma de vida de las comunidades. Debe ponerse fin al saqueo minero que sufre México.
Fuente: El Gráfico
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