CITLA GILES SÁNCHEZ
Chilpancingo, 6 de septiembre. La indígena me’phaa Juana Espinoza Salgado murió a pocas horas de haber dado a luz en su comunidad Tlacoxochapa, municipio de Atlixtac de Guerrero, luego de que personal de la Secretaría de Salud estatal le negó atención a pesar de que su padre pidió la atención del médico de la comunidad, debido a que presentaba hemorragias.
Los familiares apoyados por el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan levantaron una queja ante la Comisión de Defensa de Derechos Humanos en la región de Tlapa por negligencia médica y exigieron a las autoridades estatales que castiguen a los responsables.
Este lunes, el padre de Juana Espinoza Salgado, Doroteo Espinoza Apolinar, acusó por negligencia al médico de la comunidad, Saulo Juárez Altamirano; a los directores de los hospitales generales de Acapulco y Renacimiento y al jefe de la Jurisdicción Sanitaria de La Montaña, Alfredo Tito Arroyo, así como al secretario de Salud en Guerrero, Lázaro Mazón Alonso, a quienes los responsabilizó por la muerte de su hija.
La comunidad de Tlacoxochapa se ubica a cinco horas de Tlapa, pero en temporada de lluvias, el camino se hace intransitable.
En el centro de salud hay un médico y una enfermera que trabajan de miércoles a jueves de 8 a 3 de la tarde.
Tlachinollan indicó que a los 12 años, Juana emigró a Sinaloa, pero al cabo de unos años y estando embarazada de su tercer hijo, regresó a su comunidad.
El 20 de julio de este año parió a un varón, pero horas más tarde, comenzó con dolores en pecho y cabeza, y a la una de la madrugada sus padres fueron a ver al médico para que la atendiera, pero éste se negó y dijo que la vería al día siguiente.
A las 4 de la madrugada, señala el comunicado, ya había tenido cuatro convulsiones y sangraba abundantemente por la boca. Sus padres suplicaron al médico que la asistiera, pero éste accedió sólo una hora después. Diagnosticó que la presión la tenía muy alta, por ello recomendó que la llevaran al hospital comunitario de la comunidad de Acatepec, ahí nada pudieron hacer, y fue trasladada al Hospital de la Madre y el Niño Indígena Guerrerense de Tlapa, donde tampoco pudieron hacer nada, por lo que la trasladaron a Acapulco.
Sin embargo –agrega- a las 4 de la madrugada del 22 de julio al llegar al Hospital General de Acapulco, los médicos dijeron que no la podían recibir porque no había camas disponibles y la trasladaron al de Renacimiento, donde los médicos empezaron a gestionar su ingreso mientras Juana y su padre esperaban en la ambulancia; ahí la mujer empeoró y a las 6 empezó a convulsionar; los médicos quienes trataron de reanimarla.
“Al cabo de 15 minutos le dijeron al señor Doroteo: ‘Juana ha muerto, ya nada se puede hacer, tú tienes la culpa por no haberla traído a tiempo al hospital’”.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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