lunes, 26 de septiembre de 2011

En México quienes tienen más dinero no pagan impuestos, dice López Obrador


NORMA TRUJILLO BÁEZ - SÁBADO, SEPTIEMBRE 24, 2011

Andrés Manuel López Obrador señaló que es urgente reactivar la economía del país, un eje principal del proyecto económico es que se dé prioridad a la inversión nacional e impulsar las acciones productivas para la generación de empleos, ya que en el caso de la explotación minera se da la concesión a empresas canadienses, se llevan el oro y la plata y no pagan impuestos, solo cinco pesos por hectárea.

En un desayuno con los empresarios, entre los que se encontraban Augusto Zamora, de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Felipe Hakim, Rodrigo Gómez, Máximo Díaz, Carlos Soto, Roberto Ruiz, entre otros; también acudieron al llamado Mauro Loyo Varela, ex secretario de Salud, el ex director de Tránsito y Transporte del estado, Luis Feijoo Herrera, la ex directora de Educación Media Superior y Superior, Rosario Piña, entre más asistentes.

Ante los empresarios, pequeños y medianos, refirió que las grandes empresas no pagan impuestos, por ejemplo, se entregaron las concesiones para la explotación minera en el país de oro y de plata en la época de Carlos Salinas 6 millones de hectáreas de las reservas mineras de la nación.

Y se las dieron a tres corporaciones vinculadas a Salinas, Grupo México, la minera de la familia Larrea y la de Slim, y se han concesionado del territorio nacional de 1990 a la fecha –21 años– 52 millones de hectáreas de los 200 millones de hectáreas que tiene nuestro país, lo que representa 26 por ciento del territorio nacional, “ni en la época de Porfirio Díaz se enajenó el suelo”.

Ahora empresas canadienses que explotan plata y oro no pagan impuesto, porque al mismo tiempo que se hacen reformas a la Ley Minera, se deroga el impuesto por extradición de minerales y sólo pagan cinco pesos por hectárea.

Por ello, la corrupción hay que combatirla no solo por razones de índole moral, sino porque mucho dinero se va y para fortalecer la Hacienda Pública, porque lo que sucede en México es que quienes tienen más dinero no pagan impuestos, las grandes corporaciones empresariales no pagan.

Este es un acuerdo que se suscribió desde el presidente Luis Echeverría, desde arriba de la cúpula empresarial del poder político se reformó la Ley de Impuestos sobre la Renta y se crearon mecanismos, como el de la consolidación fiscal para que las grandes empresas no paguen impuestos, “hay 400 corporaciones que no pagan, mientras que el trabajador y pequeño y mediano empresario no pagan”.

Así, ante el nulo crecimiento económico que ha tenido el país en los últimos 28 años, que es de 2 por ciento, señaló que es urgente la reducción del gasto burocrático que podría ser hasta por 200 mil millones de pesos, mediante un plan de austeridad que evite los grandes salarios de funcionarios y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y esto se podría canalizar a la reducción del costo de los energéticos, infraestructura y programas sociales.

Igualmente dijo a los empresarios que su propuesta incluye un combate a las prácticas monopólicas, así se aumentaría el poder de compra de los consumidores, lo que se traduciría en una mayor demanda para los sectores no monopólicos (se estima que la monopolios reducen la compra del consumidor 15 por ciento), y se abriría a la competencia sectores que hoy están cerrados, creando oportunidades para empresarios que deseen incursionar.

Sobre la integración y fortalecimiento del sector energético, se aprovecharán sinergias y se invertirá lo requerido para que Pemex y la CFE maximizaran el valor agregado de sus cadenas productivas, esto permitiría tener capacidad de refinación requerida para dejar de importar gasolina y disminuir la importación de petroquímicos.

En lo que respecta al régimen fiscal simplificado, progresivo y sin privilegios, expuso que se simplificará el sistema de recaudación y se eliminarían las prácticas de privilegiar a las grandes empresas, porque si las grandes empresas no pagan los impuestos que les corresponden, es imposible tener finanzas públicas sanas.

Un Banco de México y un sistema financiero que apoyen el desarrollo, en donde el acceso real a los empresarios pequeños y medianos es indispensable, lo que permitiría un relanzamiento del país.

Asimismo, su proyecto alternativo de nación, contempla una política industrial que busque maximizar la producción, el empleo y el valor agregado nacionales y megaproyectos para generar crecimiento y empleo a corto plazo.

Fuente: La Jornada de Veracruz

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