MARGENA DE LA O
Chilpancingo, 20 de junio. Hermelinda Núñez Gómez y su suegra Fidelina Arellano Pacheco, habitantes de la comunidad Polixtepec, perteneciente a Helidoro Castillo, fueron detenidas por integrantes de la Marina y el Ejército el martes pasado, y actualmente están alojadas en el Centro de Operaciones Estratégicas de la PGR por trasladar supuestamente droga y armas, pero su familia niega los cargos.
Núñez Gómez se dedica a vender leche, queso y crema; justamente cuando preparaba las cajas del lácteo para repartirlo en los pueblos, entre 4 y 5 de la tarde del martes, entraron a su casa decenas de marinos y soldados, la sometieron y la detuvieron. Afuera había seis camionetas: dos grises de la Marina, dos más del Ejército y otras dos plateadas con personas vestidas de civil.
Los elementos, en principio, intentaron llevarse a la hija de Núñez Gómez, de 15 años, pero pidió que en lugar de la adolescente, se la llevaran a ella. La incursión de los marinos y soldados a su casa, aunque tienen sus dudas de que sean realmente elementos oficiales, por la presencia de civiles, fue porque buscaban al ex esposo de Núñez Gómez y padre de sus tres hijos; al menos es lo que escuchó que decían mientras cateaban la casa, la sometían y la vendaban de los ojos. Escuchó algo así como que de llevarse a la hija pronto darían con él.
La mujer, de unos 35 años, no vive con el padre de sus hijos desde hace seis meses; su ex suegra, de unos 60 años, al ver que se la llevaban, quiso evitarlo y también cargaron con ella.
Marinos ni soldados llevaban orden de cateo, según comentó la prima de Núñez Gómez, al salir del Centro de Operaciones Estratégicas de la PGR, ubicado en la colonia Viguri de Chilpancingo.
Al llevarse a las dos mujeres, los marinos y soldados también cargaron con la caja de queso y crema que estaban por entregar.
Abogados que asesoran a la familia de las dos detenidas, pero que pidieron no revelar sus nombres porque aún no deciden si llevarán el caso, comentaron que según lo que informaron en la PGR de manera extraoficial, porque no les permiten tener acceso al expediente, es que a las mujeres las detuvieron con droga y armamento en dos camionetas en el crucero que lleva a la comunidad. Suponen que los delitos que les adjudican son contra la salud y portación de armas de fuego.
El asunto, denunció la prima de Núñez Gómez, es que a su prima y a la suegra de ésta las detuvieron en su casa, donde no encontraron armas, además de que ellas ni siquiera saben conducir vehículos. Aseguró que mucha gente del pueblo puede confirmar la versión de la familia.
“Dicen que a las señoras les encontraron armas, cuernos de chivo, goma de opio y que ellas venían manejando unas camionetas”, insistió el abogado.
La prima de Hermelinda dijo que después de esto, la gente del pueblo dejó de ver a los marinos y soldados como sinónimo de protección, todo lo contrario: “ahora de quién nos vamos a cuidar, ahora no sabemos de quién cuidarnos; antes veíamos a un marino y le hablábamos, ahora ya no, ya se perdió eso, porque no sabemos si son los maleantes”.
Agregó: “vivimos en un terror, en un pavor de la ciudad, las señoras se dedican a sus negocios limpios, qué quieren, qué hacemos, a mi prima la sacaron de adentro, vendada, cómo es posible que ahora sean los propios marinos los que digan que la encontraron en una carretera, ahora vayan a decir que hasta disparó un arma y ya se las pusieron en la mano”.
También ciudadanos de las comunidades de Filo de Caballos, Campo de Aviación y Puerto del Varal, municipio de Leonardo Bravo, en la sierra de Chichihualco y Tlacotepec, denunciaron la irrupción en esos pueblos de hombres armados que se transportaban en seis camionetas, tres con el rótulo Marina, pero sin la matrícula correspondiente, y tres particulares de lujo sin placas de circulación. 14 campesinos permanecían desaparecidos.
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