Un grupo de estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) concentrados en la entrada de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) exigieron a su rectora, Sara Ladrón de Guevara, “que cese su silencio, cómplice con el gobierno del estado de Veracruz y condene los agravios en contra de profesores y estudiantes de la Universidad Veracruzana acontecidos la madrugada del 14 de septiembre en el desalojo de plaza Lerdo por la policía estatal”.
La solicitud es porque se golpeó a estudiantes de la UV, además de que fueron hostigados por la policía del estado cuando mantenían tomadas las instalaciones de la Unidad de Humanidades, sin embargo, “a pesar que dimos aviso porque se trata de un recinto autónomo en donde la policía no puede entrar, ni hacer ese tipo de intimidaciones, no se nos hizo caso”, dijeron estudiantes.
Expusieron que el pasado 14 de septiembre, después del desalojo de la plaza Lerdo, hablaron con la secretaría académica, Leticia Audirac, y ella les dio una fecha para diálogo, ocho días, “se solicita apoyo al abogado general de la universidad para que aporten con su asesoría y ayudaran a localizar a los desaparecidos, hicimos pública una lista de los desaparecidos que fueron 17 jóvenes detenidos y privados ilegalmente de su libertad… cuando se les solicitó apoyo para localizar a los desaparecidos por el desalojo lo único que preguntaron fue si éstos o los docentes habían sido atacados dentro del recinto universitario y que si no fuere así entregáramos el recinto y el diálogo terminaba con el plazo, generando una actitud característica de insensibilidad institucional y negligencia al procurar sólo la integridad de su infraestructura y no de los estudiantes”.
Tal indiferencia, dijeron, no puede seguir: hubo un estudiante detenido, dos estudiantes en procesos judiciales fabricados, dos docentes heridos, dos estudiantes heridos y 17 estudiantes privados de su libertad ilegalmente por un plazo de 14 horas, así como amenazas a los recintos de la universidad.
Con ello, consideraron que demuestra a quién se deben nuestras autoridades, a quiénes procuran y a quiénes temen, no son ni a sus estudiantes ni a sus docentes, las autoridades de la universidad decidieron en este conflicto procurar y temer al gobierno del estado del cual se declara autónomo, pero este silencio es cómplice dentro de este contexto de violencia y represión”.
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