Con el fin de presionar, desalentar y echar abajo el movimiento magisterial en contra de la reforma educativa, directivos de las secciones 56 y 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), así como del Sindicato Estatal de Trabajadores al Servicio de la Educación (Setse), han comenzado a reenviar a supervisores escolares, jefes de sector, jefes de zona y directivos de escuela, un oficio de principios de año, en el cual se les recuerda que deben registrar todas las incidencias en sus planteles para evitar un mal uso de los recursos públicos.
De igual modo les advierten a los profesores que, de no reportar anomalías como las tomas de escuela o las faltas del personal, entonces las responsabilidades recaerán sobre ellos. Profesores que fungen como directores, supervisores escolares o se desempeñan en las delegaciones de la Secretaría de Educación de Veracruz, junto con quienes trabajan en las oficinas centrales, son quienes más presión han tenido, para que ellos sean quienes echen abajo el movimiento magisterial.
Miembros de sus respectivos sindicatos se han comunicado con ellos personal, telefónica o vía internet, donde “les recomiendan que por su bien” regresen a trabajar y sobre todo convenzan a sus demás compañeros de hacerlo también.
De igual modo les han reenviado un documento que les circularon a principios de año, firmado por el subdirector de Recursos Humanos, José Ojeda Rodríguez, donde se les recuerda que están obligados a cumplir con el acuerdo número 482, por el que se establecen las disposiciones para evitar el mal uso, desvío o la incorrecta aplicación de los Fondos de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB).
Para ello, deben reportar durante el presente mes de septiembre las actualizaciones de la plantilla laboral como altas, bajas y licencias de personal que físicamente labora en sus respectivos planteles. Esta información la debieron haber comenzado a mandar desde el 1° de septiembre, teniendo como plazo máximo el 30 de noviembre, pero tal documento se les ha hecho circular nuevamente desde directores hasta inspectores, como una forma de que presionen a los maestros y demás personal a desistir de su protesta.
Igualmente se establece en ese oficio, que se debe revisar los datos de cada trabajador dentro de una escuela para verificar la plaza, funciones, datos personales, perfil académico y carga académica entre otros.
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