Laura Itzel Castillo
2 de Oct de 2013
En 1953 fue otorgado el voto a las mujeres mexicanas. Resulta que a pesar de ser más de la mitad de la población, no estuvimos contempladas como sujetos políticos en la Constitución de 1917.
Es justamente en el siglo pasado que comienza la lucha de las mujeres por sus derechos ciudadanos en nuestro país. Las demandas en un principio se centraron en el derecho al sufragio, pero en las últimas décadas las mujeres reconocen que es necesario acceder al poder para lograr cambios trascendentales y no sólo ejercer el derecho al voto.
Se otorga la ciudadanía a las mujeres a nivel municipal en 1946, con la reforma al artículo 115 constitucional y, finalmente, a nivel federal en 1953 con la reforma al 34 constitucional.
Por otro lado, uno de los momentos más importantes de participación de las mujeres de la historia reciente de nuestro país se genera a partir de la posibilidad de acceder al poder por parte de las fuerzas nacionalistas. Esto se da con la ruptura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas al PRI y con la consecuente y generosa declinación del ingeniero Heberto Castillo Martínez, como candidato presidencial del naciente Partido Mexicano Socialista, PMS, en la elección de 1988.
En ese momento surge la organización Mujeres en Lucha por la Democracia, MLD, que sin ser feminista, centra su objetivo en la participación política de las mujeres en apoyo a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas.
La premisa es que para lograr la igualdad de género y eliminar la cultura patriarcal se requiere acabar con el sistema antidemocrático y autoritario que nos gobierna.
La lucha de la mujer comienza a darse más abiertamente en el terreno social y señala el comienzo de una verdadera lucha por el poder político. Esto, como una condición necesaria para detener y revertir los procesos de exclusión, profundizados por la implantación del modelo neoliberal.
Mujeres en Lucha por la Democracia cumple 25 años en el 60 aniversario del voto a la mujer. En la cultura china celebran los cumpleaños comiendo espagueti, como símbolo de la larga vida que se les desea a los y las festejadas.
Sin duda deseamos larga vida al sufragio en nuestro dolido y devastado país.
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