martes, 13 de enero de 2009

¿Un elefante, se balanceaba…?


POR RAMI SCHWARTZ

Si en México privase la cordura y la sensatez, el trabajo del señor Carstens pendería de un hilo… si en México privase la cordura y la sensatez. Pero bueno, los lectores de este espacio saben mejor, para ellos, a diferencia de Carstens, nada fue "mayor a lo esperado". Aquí lo dijimos, lo anticipamos, lo analizamos, lo explicamos con cifras contundentes. Nos acusaron de pesimistas, de catastrofistas, ignoraron nuestras alertas, nuestros consejos y recomendaciones.

Apabullado, borrado por una crisis económica que se pudo atemperar, desacreditado igual que sus patrones de
Wall Street y todos sus subordinados (imagínese, invitar hoy, por ejemplo, a Martin Werner a dictar una plática, ¿Cómo qué ching… puede explicar si en los hechos no lo hicieron?) si fueron incapaces de ver el tsunami que se avecinaba. Finalmente, Carstens, con la panza entre las rodillas, tuvo que reconocer lo que ya es inocultable, "La crisis ha sido de una magnitud mucho mayor a la esperada, ha acelerado la descomposición de la economía, y ha disparado movimientos de capital" afirmó ante 33 secretarios de finanzas estatales el secretario de Hacienda.

Y le tengo noticias al señor Carstens: Ésta es sólo la punta del iceberg; es sólo el principio, y otra noticia adicional: ni su preparación, ni su experiencia, ni sus principios, ni su conocimiento, ni sus compromisos políticos dentro y fuera de México le van a permitir enfrentar esta crisis, por lo que va a pasar a la historia como el peor de los secretarios de Hacienda del país.

Qué es lo inocultable?. Va un breve resumen:

Medida en pesos y en términos reales, la cartera vencida de créditos al consumo ya superó ampliamente el nivel que tenía en diciembre de 1995 cuando estalló la última crisis financiera en el país, según estadísticas del Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). La cartera vencida, el monto de los créditos que no han recibido pago por más de tres meses de parte de los deudores, alcanzó en octubre una cantidad 32.4 por ciento superior a la registrada en diciembre de 1995, medido en términos reales. Esto fue ocasionado por un incremento de 40 por ciento en el monto de la morosidad en el último año, principalmente por los créditos otorgados vía tarjeta.

Cifras dadas a conocer ayer por el Instituto Mexicano del Seguro Social muestran un recorte sin precedentes de 205 mil empleos en el país, la mayor caída para un mes de noviembre en lo que va del siglo. Con este recorte, la cifra de empleos creados durante el sexenio es ya prácticamente de cero.

El Banco de México anunció que la inflación de noviembre fue de 1.14 por ciento que es una tasa anualizada superior a los 14 por ciento. Con ella, la inflación del año se ubica en 6..23, más del doble de la originalmente presupuestada y falta diciembre, el mes de mayor inflación tradicionalmente, y las cuestas de enero y febrero, en que, además, el gobierno enemigo nos va a querer meter diente muy profundo con prediales, tenencias, derechos, gasolinas y demás, porque ante los errores de Carstens, ya no les interesa quién se las hizo, sino quién se las pague.

La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) reportó que las ventas de vehículos nuevos presentaron una caída de 19.6 por ciento anual en noviembre, con la colocación de apenas 78 mil 553 unidades. "El reporte de este periodo es el más grave desde enero de 1996, cuando la caída anualizada fue de 46.18 por ciento", indicó José Gómez Báez, presidente de la AMDA. "Y es el peor mes de noviembre desde 1995, cuando se registró una disminución del 53.18 por ciento en términos anuales". Además, reveló, por lo menos dos empresas van a cerrar sus plantas este año, lo que dejaría desempleadas a mil 500 personas.

El Indicador Adelantado que elabora el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), según su reporte para septiembre revela que la trayectoria de la economía en el corto plazo bajó dos por ciento en ese mes respecto a agosto, lo que representa su baja más fuerte de los últimos 10 años.

Y finalmente, nuestra bolita de cristal, la que desde hace dos años nos permitió preveer esta crisis, el indicador más confiable que tiene hoy la economía mexicana ignorada olímpicamente por todo el equipo económico del Presidente, el Indice de Confianza del Consumidor, que ligó su vigésimo cuarto mes consecutivo a la baja y que fue fundamental en pronosticar eventos como, por ejemplo, el desplome automotriz. En este espacio lo leyó usted antes que en ningún otro, todo lo que hoy sucede lo pronosticamos paso a paso.

Insisto, el problema es que en el equipo del
Presidente Calderón no existen economistas con la estructura mental para sacar al país de este aprieto. Sólo se les ha ocurrido, hasta el momento, la fabulosa idea de echar a andar la impresora de dinero a partir de enero 1 del 2009 e imprimir 2.5 por ciento del PIB más de billetes, lo que va a agregar nuevos problemas a los actuales. Hay que entrarle con todo a una reforma económica estructural, romper monopolios, redimensionar al gobierno y hacerle una reingeniería profunda, pulverizar el gasto público y entregárselo íntegro a pequeñas y medianas empresas, reimplantar el Servicio Militar Obligatorio para darle trabajo a millones de jóvenes y arrancárselos a la delincuencia organizada, romper el sindicalismo charro, en fin, tantas y tantas ideas que hemos dado en este espacio y que son resultado de nuestros modelos superiores de análisis y diagnóstico.

A ver cuándo se dignan, quienes tienen el
poder en México, de escuchar otras voces, otros análisis, otros puntos de vista. Ya está visto que los mismos de siempre no han podido. Siguen culpando a Echeverría y López Portillo, cuando ya tuvieron casi tres décadas para arreglar los problemas que esos dos generaron. No saben, no saben que no saben, no entienden que no entienden y eso ya les costó la chamba a 205 mil personas tan sólo en noviembre. Esto provocó que cientos de miles de familias entraran en moratoria en sus pagos de tarjetas, lo provocó, a su vez, el cierre de miles de empresas, en fin, eso es lo que sucede cuando no se tiene un equipo económico capacitado.

Señor
Presidente: hay generales para tiempos de paz y generales para tiempos de guerra. Carstens probablemente hubiese sido un buen general en épocas de paz y bonanza económica, pero no está hecho para la guerra. Urge un nuevo gabinete económico, con nuevas ideas, con nuevos modelos, con esquemas de pensamiento distintos a los que han dominado el pensamiento económico desde hace dos generaciones. Esos mismos, hicieron la crisis actual, ellos no la pueden arreglar. Ellos mismos lo dicen, "Tenemos el reto de enfrentar como País esta crisis externa que ha sido muy profunda y de mucho mayor magnitud a lo esperado, esta crisis se ha recrudecido desde septiembre-octubre de este año". Es un reconocimiento que no tuvo ni siquiera el diagnóstico correcto.

¿Un elefante, se balanceaba…?

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