domingo, 30 de agosto de 2009

Calderón, un presidente sometido







Calderón, un presidente sometido
D. LIZáRRAGA Y J. VILLAMIL

De un manotazo, la nueva realidad política del país hizo ver al presidente Felipe Calderón cuán sometido estará en la segunda mitad de su gobierno. La desmesurada estrategia publicitaria de Los Pinos, en vísperas del tercer informe, fue literalmente aplastada por el poder de la mayoría del PRI en la Cámara de Diputados. La suspensión de la ceremonia que Calderón y la élite de sus colaboradores tenían preparada en Palacio Nacional para la mañana del 1 de septiembre fue apenas una muestra del nuevo orden político nacional: en el futuro inmediato, el poder no va a estar en la residencia presidencial sino un poquito más al oriente de la Ciudad de México: en el Palacio Legislativo.

La nueva bancada del PRI en la Cámara de Diputados demostró el peso político que dejará caer sobre el gobierno federal: en tan sólo 12 horas aniquiló la estrategia mediática para el tercer informe de labores del presidente Felipe Calderón, cuyo acto principal pretendía ser un magno festejo dentro de Palacio Nacional este 1 de septiembre.

Diseñada con al menos tres meses de anticipación por un equipo de Los Pinos integrado por la Oficina de la Presidencia, el área de Imagen y Mensaje Gubernamental, así como la dirección de Comunicación Social y el Estado Mayor Presidencial, la campaña de propaganda se derrumbó de manera estrepitosa porque a alguien se le ocurrió programar el acto en Palacio Nacional a las 9:00 horas del mismo 1 de septiembre, es decir, sin que aún estuviera oficialmente instalado el Congreso de la Unión.

Ante este error, el coordinador de los priistas en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, contraatacó en los medios de comunicación, alegando una serie de violaciones legales constitucionales y a la Ley Orgánica del Congreso General. Los efectos de su denuncia fueron creciendo hasta hacer recular a Felipe Calderón de su intento por festejar sus tres años de gobierno en Palacio Nacional.



El desinfle



La fuerza del PRI tiene al menos tres expresiones evidentes: ocupará 230 curules de las 500 disponibles en la Cámara de Diputados, lo que obligará a Calderón a negociar con ellos cualquier iniciativa de ley; uno de sus aspirantes a jefe del Ejecutivo, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, encabeza las encuestas, y su coordinador parlamentario, Francisco Rojas, goza de la confianza del expresidente Carlos Salinas de Gortari.

Sin embargo, la Presidencia de la República pareció ignorarlo y desde el pasado lunes 24 de agosto inició una intensa campaña en radio y televisión para difundir cuatro spots sobre lo que se considera en los círculos oficiales como los mayores logros de Calderón: economía, infraestructura, salud y seguridad pública.

Los Pinos echó la casa por la ventana: este año, el gobierno federal dispone de mil 800 millones de pesos para servicios de comunicación y publicidad, equivalente a todo lo que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) pudo invertir en programas para combatir la pobreza en Sinaloa, por ejemplo. Aun más, esos mismos recursos representan el doble de lo ejercido por la administración de Calderón durante todo 2008 para los mismos rubros (Proceso 1704).

Actualmente existen contratos vigentes con compañías productoras especializadas en documentales y en cinematografía como Lomas Postproducción, Pop Films y Corazón Films. Según consta en contratos vigentes hasta 2010, estas empresas ganaron licitaciones para producir spots con la imagen del presidente Calderón a cuadro por alrededor de 63 millones 941 mil 980 pesos. Esta bolsa, erogada directamente por la Presidencia, es independiente de los gastos destinados a servicios de comunicación y publicidad.

No obstante, las cosas no salieron como las tenía planeadas el equipo de Los Pinos.

Este es un extracto del reportaje principal que publica la revista Proceso en su edición 1713 que empezó a circular el domingo 30 de agosto.

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