"Juanito" es "Juanito". No sorprende la actitud de este hombre que emerge del pueblo, cuya trayectoria de lucha no pasa de haberse bronqueado consistentemente con las autoridades, a veces por lo que él consideró injusticia, incluso siendo baleado en alguna ocasión. Pero porqué digo que no sorprende. A través de las entrevistas hemos visto que no es un hombre que se distinga por sus dotes intelectuales, menos por las culturales, y parece ser que por las morales tampoco. Es un pobre hombre producto de un sistema económico y político que no ofrece educación y justicia. Es una persona que a través de los medios y la ideología dominante ha introyectado el deseo de poder, el egoísmo y la falta de ética y de autocrítica. Como la mayoría de los mexicanos es corruptible y no tiene la menor idea de qué se trata la reivindicación de los pueblos ni la lucha por la justicia.
Los merolicos mediáticos se empeñaron en convencerlo de que tiene las facultades de ejercer las funciones de delegado para que la estrategia de López Obrador no funcione, en castigo de que haya funcionado. Y lo lograron, lo cual no era difícil, porque siendo un mexicano promedio le atrajo más ejercer un presupuesto que luchar por ideales. Ya la mayoría de los mexicanos no tienen ideales más allá de ejercer un presupuesto y tener un coto de poder, así sea parecido al que tiene un portero, para compensar tanta humillación a la que han sido sujetos. "Juanito" es un mexicano de tantos. Resulta metafórico que ni siquiera se llame así. Es como "Pepito".
"Juanito" no es capaz de darse cuenta de que ha sido sujeto a la burla, así como la mayoría de los mexicanos tampoco percibe como los grupos de poder se burlan de ellos. Así como tampoco son conscientes del desprecio que las oligarquías sienten por ellos, Juanito no se percata de la forma despectiva en la que ha sido tratado por sus entrevistadores.
En "Juanito" se pueden ver reflejados una gran parte de mexicanos y no sólo del pueblo sino también de las clases medias. Muchos que se sienten "superiores" a él podrían decir "todos somos Juanito", para no ir más lejos sus entrevistadores. ¿O no son ellos también seres ignorantes y faltos de moral que se aferran a sus sueldos a cambio de traicionar a sus connacionales, mintiéndoles y faltando a la ética profesional de un periodista? Y en ese sentido quizás Juanito sea digno representante no sólo de los Ixtapalapeños sino de los mexicanos en general o ¿porqué tendríamos que ser representados por un mexicano inteligente, culto, moral, luchador incorruptible y autocrítico? Nomás hay que ver el gobierno que tenemos.
"Juanito" se parece a Fecal: se creyó que votaron por él y no es capaz de darse cuenta que no tiene facultades para ejercer el cargo al que pretende aspirar.
Aunque no hay muchas esperanzas, ojalá "Juanito" recapacitara, y mejor sería que los mexicanos se vieran en ese espejo y procuraran ser algo más que un "Juanito".
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