domingo, 30 de agosto de 2009

¿En qué se parecen Calderón y La Gaviota?




¿En qué se parecen Calderón y La Gaviota?
Ojo por ojo
Álvaro Cueva

Felipe Calderón no gana para vergüenzas: le cancelaron su fiesta de Informe de gobierno, sus spots son una desgracia y el PRI ya le arrebató el mando. ¿Se puede estar peor en la vida?

Durante muchos años, el 1 de septiembre era sagrado. Era el día en que el Presidente de la República, por mandato constitucional, iba a la Cámara de Diputados a entregar su Informe de gobierno.

Como antes no teníamos la representación de tantos partidos políticos, esa fecha jamás fue lo que debió haber sido y se convirtió en algo así como el Día del Presidente.

El representante del Poder Ejecutivo iba, se aventaba un discurso larguísimo y todos le aplaudían eufóricos.

Con el paso de los sexenios, la figura presidencial perdió prestigio, pero no sólo eso, el Honorable Congreso de la Unión, también.

¿Qué tan honorables pueden ser esos hombres y mujeres que han protagonizado tantos escándalos en los últimos años?

El resultado ha sido la degradación de la clase política. Y si la clase política anda tan mal, imagínese usted cómo está el tema de los informes de gobierno.

¿A usted le interesa escuchar las cosas buenas que ha logrado el Presidente en los últimos 12 meses?

¿Usted cree que al Honorable Congreso de la Unión, más allá del mandato constitucional y de la oportunidad que esto representa para atacar a sus adversarios, también?

¡Por supuesto que no! Más que cosas buenas, el Presidente debería contestar a las cosas malas.

El caso es que, en este contexto, Felipe Calderón quiso volver a hacerse su homenaje en vida con el pretexto del Informe, el 1 de septiembre, todo lo hizo todo y no contó con que la nueva composición de la Cámara de Diputados le iba a dar su primera manifestación de poder.

¿A quién se le ocurre hacerse una fiesta minutos antes de que la nueva legislatura tome posesión?

¿Cómo es posible que se hayan cometido tantos errores de comunicación, relaciones públicas y protocolo como se cometieron alrededor de las invitaciones a esta reunión?

Por supuesto que más se tardó el equipo de Calderón en meter la pata que los señores del PRI en echarle a perder la fiesta, a tal grado que el evento se tuvo que posponer indefinidamente.

Para no hacerle el cuento largo, nuestro Presidente luce más débil que nunca y el tema del Informe presidencial, que es nada en comparación con todo lo que México está viviendo, es hoy por hoy el gran tema en la opinión pública nacional.

Es como si nos hubiéramos quedado sin Presidente, como si el verdadero poder de la nación ahora estuviera en manos del PRI y sólo del PRI.

A mí lo que más me tiene impactado son los spots que la Presidencia de la República está transmitiendo por televisión.

¿Por qué? Porque contrastan con lo que está pasando entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, porque, de acuerdo con información publicada en diferentes medios impresos, combinan tiempos oficiales con espacios pagados.

Porque el horario estelar de los canales de televisión es bastante caro, porque se supone que el gobierno iba a apretarse el cinturón y esta campaña contradice esa idea.

Porque se ve mal que Felipe Calderón tenga que legitimar en los medios electrónicos tradicionales lo que no puede legitimar como Presidente, porque le da a la televisión abierta nacional una escandalosa dimensión de poder.

Porque estos spots tienen errores hasta de redacción, porque parecen más los spots de una campaña electoral que los de un Informe de gobierno.

Porque chocan con los mensajes bélicos de esta administración, porque están tan mal hechos que más mensajes a la nación parecen infomerciales con todo y los testimonios de varios clientes “satisfechos”, y porque dejan a Felipe Calderón al mismo nivel que personajes como el Doctor Simi.

Es imposible ver a Felipe Calderón en esos hospitales públicos que no se parecen a los hospitales públicos que todos conocemos o en esas carreteras que se supone que son para todos y que en realidad son carreteras de paga, de las que acaban de aumentar tarifa, y no hacer chistes comparándolos con otros spots similares que han protagonizado estrellas como Lucero, Lupe Esparza y La Gaviota.

“(Ay, se me acabó el tiempo pero) les aseguro que saldremos adelante”.

Felipe Calderón no gana para vergüenzas y su exposición mediática, tampoco. ¿A poco no?

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