lunes, 11 de enero de 2010

Los Trabajadores No Tienen Nada que Festejar






Los Trabajadores No Tienen Nada que Festejar

Inicia 2010 Mexicano con Alzas, Bombazos, Represión y Lucha

N de R: Aunque los medios comerciales y oficiales se han limitado a mencionar como algo incidental los petardazos en sucursales bancarias a manos de anarquistas libertarios, no se trata de algo menor, pues el caso es que mucho se dijo que con tanto descontento social algo tendría que pasar en el 2010, y en ese contexto es irrefutable que independientemente de que se pueda estar de acuerdo o no con estas formas de lucha no pacíficas lo cierto es que ya iniciaron. Sin avalar ni descalificar dichos métodos hay que recordar que históricamente todas las formas de lucha se han conjugado cuando la desigualdad y la injusticia han llegado a un límite… como esta sucediendo en México y en el mundo.

Por Eduardo Ibarra Aguirre

¡Qué tengas un año nuevo menos peor que 2009! Tal fue la frase utilizada para agradecer los muy optimistas deseos de muchos lectores, colegas y amigos.

Y es que ya no existe lugar, apegados al más común de los sentidos, que es precisamente el sentido común, para la universal frase que tanto usan los mexicanos: “¡Próspero año nuevo!”, salvo por supuesto que se apele a la palabra utopía. Pues como bien afirmó Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia , mejor conocido como Mario Benedetti: “La utopía es una cosa que debemos mantener. Por definición, es algo que nunca se realiza por completo, una cosa que parece imposible y después resulta que se realiza. Siempre digo que los tres grandes utópicos que ha dado este mundo son Jesús, Freud y Marx. Gracias a ellos la humanidad ha dado pasos positivos” .

Hasta Felipe de Jesús Calderón Hinojosa , el mexicano más optimista, por lo menos con sus tres años y un mes de gobierno --¿o habrá que anteponerle ya el “des”?--, se sinceró con los legisladores de su partido, Acción Nacional, y en la comida que les organizó en Los Pinos y tras ingerir unos buenos tragos, como acostumbra, les confesó: “Lo mejor de 2009 es que ya terminó”.

Pues resulta que no. La palabra de Calderón Hinojosa no tiene valor, como demostró hasta la saciedad con el discurso como candidato presidencial y las políticas convertidas en hechos de gobierno --de amigos y socios--, por obra y gracia del llamado, por él mismo, “haiga sido como haiga sido” , lo que hizo retroceder a México al tan inolvidable como aún polémico 1988, el año de “la caída del sistema”.

Al mejor estilo de aquel priísmo autoritario, Ernesto Javier Cordero Arroyo , el actuario y primer panista que ocupa la Secretaría de Hacienda por decisión de su jefe y amigo --avalado por los aliados en el Senado que cobran caro los servicios realizados al michoacano de Morelia--, aplicó dos aumentos a la gasolina Magna con el clásico y cobarde sabadazo y los automovilistas de vacaciones, el 19 y el 26 de diciembre de 2009.

Para inaugurar 2010, el primer día se aplicó el tercer aumento a la Magna , y otro a la Premium y el diesel. Y la cadena de alzas de precios a cargo de los especuladores se produce en cascada y el gobierno de “Vivir mejor” no hace nada, como si golpear a los exiguos ingresos de las mayorías que reciben entre cero (3.9 millones), uno (5.9 millones) y hasta dos salarios mínimos (9.7 millones) fuera el objetivo. Esto es, 44 por ciento de los 43.9 millones de personas que tienen empleo. Y lo anterior sucede justo cuando la economía se desplomó 7 por ciento anual, el desempleo llegó al pico histórico de 6.4 por ciento en septiembre pasado y seis millones de mexicanos se incorporaron a la pobreza, mientras que 20 millones se debaten en la miseria, eufemísticamente denominada “pobreza extrema”.

Comenzó mal 2010 con un demagogo reincidente. Desde Acapulco, Guerrero, donde después de tomar vacaciones con su familia, el titular del Ejecutivo federal auguró que será “un buen año” .

No sólo formuló su augurio durante la primera actividad presidencial pública de 2010, en la inauguración del hospital regional de Ciudad Renacimiento, una de las colonias más violentas del destino turístico, sino que expresó sus deseos para el año del centenario del inicio de la Revolución mexicana y el bicentenario del arranque de la puja independentista: “Yo quiero que celebremos con alegría y con patriotismo; que celebremos trabajando en cada hogar, en el gobierno, desde luego, y protegiendo y preservando lo mucho que hemos conseguido como nación en 200 años de ser orgullosamente mexicanos” .

Alegría es lo que le sobra a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa tras tomar vacaciones en forma principesca como acostumbra y reanudar tareas rodeado de un equipo militar que, en este caso, nada más cercó cuatro cuadras para que el señor llegara y se retirara en helicóptero. Transportación aérea que, al decir de Mario Alberto Di Constanzo Armenta , costó a los causantes 400 millones de pesos en 2009.

Con ese tren de vida sellado por el derroche, por el enorme costo de un gobierno de pésimos resultados, Calderón Hinojosa podrá celebrar con alegría, pero no con patriotismo, sobre todo con una economía y servicios dependientes como nunca de Estados Unidos y un gobierno cada vez más subordinado a la Casa Blanca , el Capitolio, el Pentágono y sus instrumentos globales.

Desde Los Pinos, del sistema de alianzas privilegiadas que hicieron posible que se convirtiera en el principal inquilino, la Confederación Patronal de la República Mexicana pintó su raya al postular que “más que hacer celebraciones, el país necesita transformarse mediante la participación ciudadana, la búsqueda de coincidencias y la construcción de acuerdos” . Terrenos en los que el autodenominado ‘Hijo desobediente' presenta Acuerdos nacionales y decálogos cada vez que se inspira, pero sin atar ni desatar nada.

Otra aliada, la jerarquía católica con la que penalizaron el aborto en forma draconiana en 17 estados, advirtió sobre los crecientes riesgos de un estallido social. En tanto que José Raúl Vera López , obispo de Saltillo, Coahuila, alertó que Calderón “está llevando al país a un Estado fallido” . Y la británica The Economist colocó a México entre los países de “alto riesgo”. [No es de extrañarse pues que el cambio de año se dé con bombazos en sucursales bancarias]. Más allá de los imprescindibles diagnósticos, transportistas de carga y de pasajeros de Puebla, Hidalgo, Veracruz y Nayarit bloquearon carreteras contra el incremento de precios de las gasolinas y el diesel –que acumula 44.56 por ciento de aumento en tres años-- y anunciaron un paro nacional si el gobierno no reconsidera dichas medidas. Los transportistas contaron con el apoyo del Sindicato Mexicano de Electricistas que realiza preparativos para un segundo paro nacional [a pesar de los ensayos de represión puestos en práctica por la Policía Federal en Teotihuacán]. Y lo anterior, no alegra al súper optimista abogado y economista.

Dicho de otro modo: Se avizoran mayores litigios sociales cuando aún no resuelven el generado con el manotazo policiaco y militar contra el demonizado SME. Y la publicitada como “Una empresa de clase mundial” , la Comisión Federal de Electricidad, prepara el aumento de las tarifas en 4 por ciento, pese a que se prometió todo lo contrario.

¿Alegrarnos de qué? Quizá de que discursivamente el michoacano presume las críticas a su gobierno y asfixia publicitariamente a 13 diarios y revistas. Vaya cinismo hecho política oficial.



Fuente: Machetearte
Difusión: AMLOTV

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