Se reunieron en Bancos de San Hipólito representantes de los pueblos del Centro-Pacífico
Deciden seguir la ruta de autonomía impulsada por el Ejército zapatista en Chiapas
TUNUARY Y CRISITAN CHÁVEZ
Mientras se preparan los centros ceremoniales de las comunidades wixaritari para celebrar sus rituales de la semana santa para renovar las velas de la vida en el universo, la comunidad autónoma de Uweni Muyewe (Bancos de San Hipólito) se vistió de todos los colores de las resistencias que encarnan los pueblos originarios parte del Congreso Nacional Indígena (CNI) en la XXVII asamblea ordinaria ampliada de la región Centro-Pacífico que tuvo lugar en esta comunidad los pasados 27 y 28 de Marzo.
Distribuidos en cuatro mesas de trabajo, delegados de los pueblos wixárika, cora, odam, coca, nahua, purhépecha, triqui, ñahñu, tzotzil y mixteco de los estados de Durango, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Distrito Federal, San Luis Potosí, Chiapas, Puebla, Guerrero y Tlaxcala, analizaron y discutieron las formas de defensa autónoma de las culturas, territorios y organización comunal, las formas de construir y ejercer su autonomía y libre determinación, fortaleciendo a este movimiento nacional, que desde sus inicios ha caminado junto con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en la exigencia del reconocimiento y el ejercicio de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas.
Quedó de manifiesto que el CNI no comparte el ánimo gubernamental del festejo folclórico del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución, declarando que “a 200 años de que estallara la Revolución de Independencia y a 100 años de la Revolución Mexicana los pueblos siguen siendo despreciados, discriminados y sin ser reconocidos en sus derechos fundamentales”; y concluye con una contundente pregunta: “¿qué tenemos que festejar?”
En este sentido, los integrantes del CNI señalan que hasta la fecha no han sido reconocidos sus derechos fundamentales en los constituyentes ocurridos desde la guerra de Independencia: “no solo han desconocido la existencia de nuestros pueblos, sino que además buscaron su desaparición, exterminio, explotación y muerte”.
Su festejo -explican- es muy otro, es el grito del ¡ya basta¡ del levantamiento armado del EZLN en 1994; “las autonomías y la libre determinación que nuestros pueblos construyen en la vía de los hechos es para nosotros la otra política que se construye desde abajo, a la izquierda y anticapitalista”, aseguran.
Durante las mesas de trabajo, en las que hablaron los participantes nombrados por las asambleas y autoridades de los diversos pueblos se señalaron, en primer lugar, los agravios al pueblo wixárika, como el ocurrido los pasados 22 y 23 de febrero, cuando la comunidad de Tuapurie- Santa Catarina Cuexcomatitlán fue reprimida en su peregrinación tradicional a Wirikuta por la policía estatal de San Luis Potosí.
También se denunció que esta comunidad ha sido víctima de hostigamientos y represiones desde que detuvo con un multitudinario plantón la construcción de un proyecto carretero en su territorio, avalado por una supuesta acta de asamblea falsificada por la Comisión Nacional para el Desarrollo de los pueblos Indios (CDI) y la Secretaría de Desarrollo Urbano de Jalisco (Sedeur); desde entonces, aseguraron los representantes wixaritari en el CNI, no se han hecho esperar las amenazas de muerte contra comuneros por grupos paramilitares.
También se recordó el secuestro y desaparición forzada, ocurrida el pasado 22 de febrero, de los comuneros nahuas de Santa María Ostula, Gerardo Vera y Javier Martínez. Esta comunidad de Michoacán proclamó su derecho a la autodefensa indígena como una expresión de autonomía con el respaldo del CNI y diversos colectivos y organizaciones que integran el movimiento llamado La Otra Campaña, presentes también en la asamblea.
¿Son motivo de festejo los 350 asesinatos de indígenas triquis pertenecientes al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT); la represión y despojo contra San Antonio Ebula y Candelaria, Campeche; la militarización de regiones indígenas de Guerrero y Oaxaca, “destacando la guerra de exterminio en contra de los pueblos mepha y mixteco de Ayutla, Guerrero; el acoso en contra del pueblo amuzgo de Xochistlahuaca y su radio Ñomndaa; así como la persecución en contra del Consejo Indígena y Popular de Oaxaca-Ricardo Flores Magón”?, se pregunta en la asamblea del CNI.
En las mesas de trabajo, la voz de los nahuas de Chimalaco, San Luis Potosí, se preguntaron si quizás el motivo de festejo son los 12 comuneros procesados por despojo de las tierras que recuperaron hace dos años; o quizá los 112 años de cárcel a los que fue sentenciado Ignacio del Valle del Frente de Pueblos en Defensa de La Tierra (FDTP), o el encarcelamiento de Felipe Álvarez y Héctor Galindo también del FPDT.
Mención especial mereció la guerra de contrainsurgencia en contra de las comunidades zapatistas de Chiapas que se sigue intensificando con el desalojo masivo y la amenaza constante por parte del grupo paramilitar OPDDIC.
“Para los de arriba el Bicentenario y el Centenario representan un festejo de alegría porque están devorando a nuestros pueblos y a nuestro país, para nosotros los de abajo representan la muerte y una gran preocupación. ¡Ya basta! Para enfrentar tanta injusticia nosotros consideramos que es necesario un nuevo camino: el de la autonomía, la libre determinación y el juntarnos con todos los de abajo”, señaló el CNI en su pronunciamiento final.
Como suele ocurrir, este espacio que es el CNI se pronunció a favor de la comunidad anfitriona, ratificando su reconocimiento a las autoridades autónomas de la Bancos de San Hipólito, festejando, aquí sí, los avances en la recuperación territorial, reconociendo así la importancia de la lucha de bancos para todos los pueblos indígenas: “reconocemos en su lucha una lucha sagrada por continuar el trabajo empezado por lo antepasados cuando fue naciendo la vida en el mundo”.
Luego de advertir que continúa el intento de imposición del proyecto carretero en territorio wixárika, los miembros de esta nación aseguraron que “no permitiremos este despojo, sabiendo que la defensa del territorio debe ejercerse por todos los medios necesarios, defendiendo también los lugares sagrados y su peregrinación ancestral”.
A pocos días de que inicie el conteo de población y vivienda 2010 del INEGI, denunciaron el intento de despojo de una superficie de 800 hectáreas de la comunidad Waut+a (San Sebastián Teponahuaxtlán) por el ejido Puente de Camotlán, Nayarit, “en contubernio con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y otras instancias de gobierno que valiéndose de los problemas limítrofes entre Jalisco y Nayarit pretenden legitimar este despojo”.
Así mismo, exigieron la inmediata solución de todas las invasiones agrarias en el territorio de Waut+a, y no dejaron de lado el ataque armado ejercido por policías municipales de Huejuquilla contra comuneros de San Adrés Coamiata, “advirtiendo que es una amenaza y provocación contra todo el pueblo wixárika, por lo que responderemos en consecuencia”.
De la misma forma se abordó el tema de las agresiones contra el pueblo coca de Mezcala, que se han agudizado con la incursión de invasores que roban parajes de su territorio y mantienen personal armado vigilando, como en El Pandillo, La Zalatita, La Cuesta y La Clavillina; a esto se suma el intento de despojo de la isla por parte de autoridades estatales y municipales, paradójicamente, bajo el pretexto del festejo del Bicentenario de la Revolución y la Independencia.
También se denunció la invasión por parte de empresas mineras en el territorio de la comunidad nahua de Ayotitlan, así como la ocupación de las tierras de la comunidad nahua de Tuxpan por parte de grandes empresas aguacateras y de invernaderos, por lo que se exigió respeto a la autonomía territorial en el sur de Jalisco, la libertad para ocho comuneros pertenecientes a la comunidad Misión de Chichimecas que fueron encarcelado por el hecho de defender sus tierras e impedir que sean fraccionadas por grupos inmobiliarios, y el cese a la represión en contra de la Radio Ñomndaa del pueblo amuzgo de Xochistlahuaca; en este punto, también se exigió el respeto al libre funcionamiento de las radios indígenas que operan en todo el país.
El CNI se deslindó tajantemente de cualquier intento de “rearticulación” del movimiento indígena nacional que provenga de personas y organizaciones insertas en el gobierno federal o los gobiernos de los estados, como es el caso de la convocatoria para realizar un congreso indígena para el día 10 de abril del presente año en la Ciudad de México.
Así, desde esta comunidad de la sierra wixárika, se hizo un llamado a los pueblos indígenas del país a seguir fortaleciendo el CNI y a crecer, junto con todos los de abajo y a la izquierda, la lucha anticapitalista y en contra del neoliberalismo.
Finalmente y en ánimo festivo, la asamblea del CNI concluyó con un baile que duró toda lo noche, donde los delegados indígenas se despidieron, con comida y la música tradicional, de la hospitalidad y dignidad indígena de esta comunidad wixárika autónoma.
Fuente: La Jornada de Jalisco
Difusión: Soberanía Popular
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