viernes, 13 de agosto de 2010

Hacia una sinergia informativa de los medios alternativos e independientes.




Ernesto Carmona.

La única noticia creíble que hoy ofrecen los grandes medios es la información del clima.
Clarisa, una mujer chilena común y corriente, me advirtió el otro día que para agosto anunciaban una ola de frío tan dura como la de julio."Sólo veo la tele para saber hasta cuándo va a durar el frío de este invierno: todo lo demás es basura", sentenció.


En esa conversación casual en la plaza Ñuñoa de Santiago, le pedí a Clarisa que ampliara su percepción de los medios. Sentí curiosidad por saber qué es lo más decepcionante cuando enciende la TV o revisa El Mercurio esta mujer madura, que no es especialista en medios, tampoco intelectual, probablemente no fue a la universidad y educa a sus hijos gestionando pequeños negocios. Clarisa es típicamente una jefa de hogar de clase media. Pero fue más precisa que un académico:

--¿Qué encuentras tan decepcionante en los contenidos que ofrecen las noticias de TV abierta y cable?--, le pregunté mientras aguardábamos autobús.

--“Creo que todo tiene que ver con lo mismo”, respondió. “Las noticias para mí están absolutamente manejadas, el periodismo de verdad ya no existe. Aquí todos se prostituyen con los medio por el billete y por lo mismo las noticias están encasilladas dentro de los parámetros que les imponen. No puede ser que ahora, por ejemplo, estos estúpidos del gobierno [de Piñera] estén diciendo en los medios de comunicación que el índice de cesantía ha bajado y las ventas han aumentado (yo creo que lo que aumentó fue la venta de plasmas con el tema del Mundial). Hay falta de información y manejo absoluto de todo. Recuerda que los medios de comunicación están en manos de la derecha. No se habla de que cada día está quedando más gente sin trabajo, por ende la pobreza aumenta y las ventas se reducen”.

Mientras hablábamos con Clarisa se negociaba la venta del 67% del Canal 13 de la Pontificia Universidad Católica al grupo económico Luksic, el más poderoso del país, dueño del Banco Chile y, entre otros holdings, de Antofagasta Minerals, una gran empresa de minería del cobre con sede en Londres, que lucra con ese metal explotado en 70% por privados nacionales y transnacionales que obtienen grandes ganancias al llevarse prácticamente todos los beneficios de la principal riqueza natural del país. De este modo, dos tercios del Canal 13 pertenecen ahora a los Luksic y un tercio al Vaticano, mientras Chile Visión, otro canal abierto de alcance nacional, continúa perteneciendo al jefe del Estado, Sebastián Piñera. El grupo Luksic tendrá ahora la caja de resonancia de un canal de TV para proclamar su pretendido aporte al “crecimiento económico”, al empleo y defender sus intereses en el debate público recién iniciado en torno a la regalía o royalty que debería gravar la extracción de este recurso minero no renovable.

Clarisa también cree que el mundial de fútbol “les vino de perilla para ocultar un rato la cagada que está quedando con la inoperancia del gobierno, yo creo que ni ellos saben para donde llevan la micro” [autobús]. Aunque Clarisa se refiere sólo a Chile, pintó un cuadro válido también en cualquier otro país, no sólo de la región latinoamericana.

“La gente, en general, está cada día mas tonta”, ahondó Clarisa. “Por ejemplo, se los compraron a todos con el Mundial. Les metieron el aparato de plasma para estupidizarlos un poco más. Todos se endeudan y los fines de semana van a pasear al mall [nombre “chileno” de los grandes centros comerciales].

--“Este consumismo es herencia de la dictadura y la Concertación lo aumentó--, prosiguió Clarisa. “No hicieron nada para contrarrestar esta adicción que tienen los chilenos a vivir endeudados”. [“Concertación” alude los 20 años de “gobiernos democráticos” posteriores al reinado pinochetista, en que gobernó la alianza política denominada Concertación de Partidos por la Democracia, encabezada por social cristianos y social demócratas, bipartidismo comparable al de la llamada “era de Punto Fijo”, que en Venezuela sucedió a la dictadura de Pérez Jiménez].

--“Normalmente -prosiguió-, nuestras amigas/os son parecidos en gustos, tendencias políticas, niveles de educación, cultura, etc. El resto es gente con la que estamos obligados a relacionarnos por temas laborales, pero los amigos/as son elegidos, por lo tanto se nos parecen, creo yo”. Clarisa no es militante de ninguna organización política. Simplemente es una trabajadora por cuenta propia, como millones de mujeres del mundo en que vivimos.

--“Personalmente -prosiguió- cuando llego a prender la tele voy a ARTV (canal cultural chileno vía cable), la RAI (Italia), History Channel o National Geographic y Discovery. Acá en Chile, la verdad es que, en la televisión abierta, no hay nada que interese. Creo que se podrían hacer programas súper interesantes para la gente joven, con información, entretención y cultura, y no hay para qué mostrar culos ni tetas. Recuerdo un programa que daban hace unos años que se llamaba Maravillozoo, o algo así, era súper entretenido y muy educativo; todo el mundo lo veía, grandes y chicos”.

Desafío para los medios alternativos e independientes

Satisfacer a personas como Clarisa es el gran desafío que enfrentan hoy los medios alternativos e independientes (MAI), cuya misión sería informar, entretener y difundir cultura en serio, con una visión popular y crítica de la sociedad en que vivimos.

Hoy en todos los países se vive una verdadera emergencia informativa, de entretenimiento y cultura porque los grandes medios se han puesto abiertamente al servicio del statu quo, dedicados a hacer propaganda -sin exclusión de las guerras de EEUU-, a favor de la dominación imperial y de los grandes grupos oligárquicos y económicos de cada nación. Sufrimos una saturación de televisión chatarra, con abundancia de información basura. Los grandes medios están atiborrados de seudo noticias que encubren propaganda consumista (el último invento comercial de Apple, las gangas de temporada en las grandes tiendas, etc.), ideológica, política, filosófica y hasta religiosa, de fabricación nacional, regional y estadounidense.

Sólo por mirarla estamos agregándole valor (publicitario) a la mercancía basura de los grandes medios, que se nos ofrece disfrazada como “noticias”, entretenimiento y “cultura”, pero sólo desinforma, sub-culturiza e introduce en el cerebro de la gente los seudo valores del gran capital. Los grandes diarios de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y las emisoras de radio y televisión, pertenecientes muchas veces a transnacionales estadounidenses y europeas, sólo inculcan el sometimiento mental al interés imperial del neolonialismo político, ideológico y económico que impone EEUU, en la máxima expresión contemporánea del capitalismo salvaje interesado en promover guerras e inundar al mundo de bases militares.

Los medios apuntalan un sistema de dominación mundial y local por “la vía pacífica”, en tanto constituyen un sistema global, mientras las bases militares de EEUU vigilan cualquier amenaza de cambio del statu quo y están siempre listas para mantenerlo, al precio de poner en marcha la “vía armada” de sometimiento por la fuerza, como se ha visto en Iraq y Afganistán, ayer en Vietnam, y hace un año en Honduras. Y hoy y mañana amenazan de cerca a Venezuela, Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, y otros “países disidentes” lejanos, como Irán, y libran una guerra secreta en Paquistán.

La amenaza es mayor desde la instalación de nuevas bases en Colombia, Aruba, Curazao, Paraguay, Honduras y tantos otros países de la región. Todo esto lo estamos viviendo a diario, pero no se nos informa de lo que está realmente ocurriendo.

Las observaciones aparentemente simples pero profundas de Clarisa me hicieron pensar que mucha gente común y corriente adquiere conciencia del carácter real de los grandes medios. La televisión no es la excepción en esta forma de ejercer el poder de la información, que también involucra a los grandes diarios y las cadenas de radioemisoras que en general responden a capitales transnacionales, como el grupo español Prisa o algunos de los 10 imperios mediáticos de EEUU, tipo CNN-Time-Warner. Yo mismo constaté que lo único en que creo de las noticias de la televisión abierta es el pronóstico del tiempo, que me interesa mucho más en este duro invierno.

Me pregunté ¿cómo valora la gente común y corriente los contenidos que ofrecen las noticias de la TV abierta y el cable? ¿Sospechará que hay muchos conflictos y noticias que se ocultan o deforman? Por ejemplo, la lucha de los mapuches por su tierra o el consumo masivo de alimentos transgénicos que en Chile se ha puesto en marcha sigilosamente, sin advertírselo a los consumidores que los adquieren en supermercados.

Polo, el principal animador de la Señal 3 La Victoria de Santiago, la primera estación popular alternativa de Chile, me dijo que hasta 500 mil personas del sector sur capitalino sintonizan su estación porque están hastiados de la basura que ofrece la TV abierta, y el cable -que no es nada diferente- no lo conocen porque simplemente no pueden pagarlo.

La programación de Señal 3 incluye noticiarios, foros, documentales y todo lo que sus impulsadores pueden producir con entusiasmo y pocos medios materiales. Incluso los fines de semana tienen programación especial para adultos después de medianoche y hasta la madrugada, nunca en domingo porque el lunes es laborable y hay que salir a trabajar temprano. Y todo esto lo hacen a contrapelo del sistema político y los dueños de radio y televisión, quienes los persiguen, porque en Chile no existe protección legal para los medios radio-eléctricos alternativos, como ocurre en casi todos los países de esta parte del mundo, salvo notables excepciones como en Venezuela. Podría afirmarse que la expresión “medios alternativos e independientes” engloba genéricamente a los medios populares y comunitarios sin fines de lucro, y a lo órganos de pequeñas y medianas empresas independientes del poder de la gran prensa, e incluso algunos medios públicos cuya razón de existir no son la publicidad ni la propaganda, gubernamental y privada. La propaganda no es sinónimo de medios alternativos independientes, ni menos de información.

¿Qué hacer?

Ya existen en AL numerosos medios alternativos e independientes que podríamos llamar “grandes”, porque han logrado vencer las dificultades y sobrevivir hasta casi medio siglo, como la revista PUNTO FINAL de Chile o BRECHA de Uruguay, y diarios independientes y progresistas de larga trayectoria y aparición cotidiana como LA JORNADA de México, LA REPÚBLICA de Uruguay y otros pocos más.

A comienzos de los 90 emergieron numerosas agencias de noticias, radios on line, periódicos Internet y páginas informativas redactadas en nuestra lengua que se han consolidado, entre muchas otras ARGENPRESS de Argentina, BOLPRESS de Bolivia y EL CIUDADANO de Chile. En EEUU existen numerosos medios electrónicos que sustentan una línea editorial crítica de los designios del imperio estadounidense, por ejemplo COMMON DREAMS (Sueños Comunes) y GLOBAL RESEARCH (Investigación Global), entre muchos otros, cuyos contenidos ofrecen una gran seriedad, credibilidad, calidad y rigor informativo. Asimismo, acaba de aparecer una versión en español del sitio web PROYECTO CENSURADO de la Universidad Sonoma State de California, que todos los años publica un estudio de las 25 noticias de impacto mundial más censuradas por la gran prensa.

Los medios alternativos e independientes, por lo tanto, ya tienen cierta presencia y necesitan alimentarse de noticias frescas, verdaderas y creíbles. La necesidad de una sinergia informativa está a la vista y sólo falta organizarla.

El término “sinergia” significa multiplicar esfuerzos, donde el resultado de 1+1 no es 2, sino 3. Se requiere coordinar los esfuerzos informativos y de contenidos de los MAI para lograr un consistente efecto multiplicador sistémico, no centralizado y más bien de múltiples conexiones, entrecruzadas en redes transversales, horizontales y variadas, multicelulares e independientes, para así defenderse mejor de los atentados destructivos que están dándose en el espacio cibernético.

Los responsables de los MAI deben conocerse y establecer relaciones de trabajo cotidianas con agencias y servicios informativos serios y creíbles -sin fines de lucro ni de propaganda- que estén dispuestos a integrar estas redes sin hegemonía y sólo compartiendo una línea informativa contraria a la manipulación y la censura que interprete las aspiraciones populares latinoamericana y, si no de todo el globo, por lo menos del mundo de habla hispana.

Los animadores de estos MAI suelen requerir una formación mínima en mérito del lenguaje y de los contenidos. Por lo tanto se requiere poner en marcha talleres de capacitación en redacción y otros aspectos fundamentales de la noticia y los contenidos informativos, conocimientos que generalmente los periodistas profesionales manejan con cierto celo que los vuelve reacios a compartirlos.

Las noticias, informes, contenidos y fuentes, asimismo, deben estar validadas por el prestigio de otros medios de seriedad reconocida o el rigor de la academia, como ocurre con el servicio informativo que ofrece a diario el Proyecto Censurado de la Universidad Sonoma State (www.ProyectoCensurado.Org).

La fortaleza de una sinergia entre redes organizadas de MAI impondrá un sistema informativo que romperá la barrera des-informadora y alienante de la censura de la gran prensa y cubrirá la necesidad de noticias reales que padecen nuestros pueblos. Y, finalmente, la gente como Clarisa olvidará o tirará a la basura a los grandes medios que sólo obedecen al interés del gran capital transnacional, que no tiene patria ni fronteras porque está al servicio de un imperio global, expoliador y guerrerista.

Difusión: TONATIUH MALDONADO.

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