José Luis Ortiz Santillán
jlosmex@hotmail.com
El desempleo es la mejor expresión de la crisis. Hemos citado ya en otro artículo en Forum cómo en 2009, antes de iniciar la tercera Cumbre del Grupo de los 20 (G20) en Pittsburgh, Estados Unidos, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, señalaba que Francia no saldría de la crisis sino hasta que el desempleo comenzara a bajar; pues no se podía decir que la crisis había terminado cuando el desempleo seguía aumentando y los ingresos de los hogares reduciéndose. No hay mejor expresión para calificar la crisis que ésta y no viene de un presidente de izquierda.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) ha señalado que en el segundo trimestre de 2010 la tasa de desempleo fue de 5.3%, de una población económicamente activa (PEA) de 47.1 millones de personas mayores de 14 años aptas para trabajar. Esta tasa de desempleo abierto sólo incluye a las personas que, al momento de realizar la encuesta, al menos hayan trabajado seis horas a la semana.
Con ello, en el segundo trimestre del año habría en el país solamente 2 millones 496 mil 300 personas sin empleo; cifra que no sería preocupante si fuera real, pues países como Estados Unidos registraron una tasa de desempleo de 9.5% en los dos últimos meses, por lo que sí su PEA es de 153 millones 560 mil personas, habría 14 millones 588 mil 200 desempleados en julio pasado. Otros países como España y Grecia registraron en el segundo trimestre tasas de 20.09% y 12%, respectivamente.
Pero todo parece indicar que la profundidad de la crisis en México es mayor de lo que se dice oficialmente y los datos sobre el desempleo están lejos de la realidad. La población subempleada, aquella que al momento en que INEGI levantó la encuesta declaró tener necesidad y estar dispuesta a trabajar más horas que las que demandaban sus empleos en ese momento, llegó a 8.9% de la PEA, esto es 4 millones 191 mil 900 personas estaban trabajando en condiciones críticas de ocupación.
Pero si consideramos los datos que proporcionó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) la segunda semana de agosto, donde señala que de los 20 millones de jóvenes existentes, en promedio, al menos existen 8 millones de ellos que no trabajan ni estudian; pero además, observamos la información de INEGI donde señala que existen 12.8 millones de personas que laboran en la economía informal, equivalente al 27.2% del total de la PEA, al menos existen en el país 20.8 millones de personas sin un trabajo formal y 25 millones de personas que no están plenamente incorporadas al mercado laboral y carecen de seguridad social.
Lo lamentable de estas cifras es que el bono demográfico, que debería estar siendo capitalizado por México para impulsar su crecimiento y desarrollo, para generar la riqueza sobre la cual debe sustentarse en el futuro la seguridad social, hoy está siendo tirado a la basura. La Encuesta Nacional de Juventud ha señalado que el 50% del total de los jóvenes en México están hoy sin trabajo y la mitad de los desempleados son jóvenes.
Bajo este contexto, valdrá la pena alegrarnos con los anuncios sobre el fin de la crisis y el inicio de la era del crecimiento económico, cuando millones de mexicanos están desempleados y marginados de las estadísticas laborales. Creo que el presidente de Francia es sensato cuando dice que la crisis habrá terminado cuando cese el desempleo, o al menos es más realista que festejar el fin de la crisis cuando millones de hombres y mujeres se ven enfrentados al hambre o a delinquir para sobrevivir.
Fuente: Forum
Difusión: Soberanía Popular
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