viernes, 17 de septiembre de 2010

Tormenta en el horizonte

Héctor Barragán Valencia
hector_barragan@hotmail.com

En política económica tarde o temprano se impone la realidad. Y el momento de la verdad se acerca para México. Si bien las estadísticas –que informan sobre lo que ya pasó– dicen que creció con firmeza la economía, no son un instrumento que permita prever cómo se comportará el crecimiento futuro. Hay otros indicadores que anticipan más adecuadamente el desenvolvimiento de un país. Uno de ellos es la inversión, que sigue cayendo: la inversión pública, por ejemplo, bajó 3 por ciento en los primeros meses del año, mientras que la privada se contrajo cerca de 10 por ciento y la inversión extranjera directa retrocedió alrededor de 50 por ciento. Esto significa que México se está quedando sin gasolina para continuar creciendo los próximos meses.

A esta mala noticia hay que añadirle la desaceleración de la industria manufacturera en Estados Unidos, su persistentemente alto desempleo, la negativa del Senado para ampliar los beneficios del desempleo, el rechazo a continuar elevando la deuda pública, el virtual congelamiento del crédito a los consumidores y las empresas. Como los lectores de Forum saben, el motor de la economía mexicana son las exportaciones al sector manufacturero estadunidense, de manera que si ese país entra nuevamente en recesión o, en el mejor escenario se desacelera sustancialmente, México lo resentirá muy fuertemente.

Y por si fuera poco, se contrae la economía de China, principal consumidor mundial de materias primas, razón por la cual disminuyen sus precios, entre ellas el petróleo. Malas noticias, pues 15 puntos porcentuales del gasto público están de una u otra manera atados a los ingresos petroleros, tanto por exportaciones como por el cobro de derechos. Así, como el gasto público equivale a 25 por ciento del producto interno bruto, estas erogaciones pueden disminuir, por efecto de menores ingresos petroleros, tanto como 15 puntos porcentuales del PIB. Ello significa que en un abrir y cerrar de ojos el déficit de las finanzas públicas puede ampliarse adicionalmente hasta 15 por ciento del PIB, un desajuste fiscal inmanejable.

Todo esto significa que los márgenes de acción de la economía mexicana son magros, pues se combinan caídas de la inversión, las exportaciones, los ingresos petroleros y fiscales. No habrá manera ni para aumentar la demanda vía mayor inversión pública. Si a ello se suman la crisis política, social y de seguridad, hay amenaza de tormenta en el horizonte. Es hora de anticiparse a este posible escenario.

Fuente: Forum
Difusión: soberanía popular

No hay comentarios: