martes, 16 de noviembre de 2010

¿México a ritmo de samba?



¿México a ritmo de samba?

Ojalá. Pero no creo. No veo el atrevimiento por ningún lado. Lo que sé es que un grupo de empresarios, secretarios de Estado y otros poderosos del PAN, PRI y PRD, han programado una cita en Harvard con uno de sus catedráticos más brillantes: Roberto Mangabeira, el primer ministro de Asuntos Estratégicos en la historia de su país. Al que Luis Inácio Lula da Silva le encargó nada más y nada menos que pensar el Brasil del futuro, por lo que allá es conocido como “el ministro de las ideas”.
Y a propósito, para acercarnos a sus visiones, EL UNIVERSAL lo entrevista específicamente sobre el caso de México y nos hace de entrada cinco recomendaciones: innovar el andamiaje institucional, romper con los corporativismos sindical y empresarial, acotar los monopolios y modernizar la educación. Otras propuestas específicas son: democratizar la economía de mercado, plantear alternativas profundas a políticas sociales compensatorias como Oportunidades y entender que lo que realmente destruye el futuro del país no es el crimen organizado, sino la falta de empleo y oportunidades, que son además el origen del primero.
Sobre el cómo salir del laberinto, Mangabeira afirma que el reto es tan gigantesco que ya rebasó a los partidos. Asumido como hombre de izquierda, rechaza, sin embargo, las tendencias extremas en esta corriente de pensamiento: la “vendida” que acepta el mercado salvaje tal cual y sólo quiere “humanizar” sus manifestaciones; en el otro extremo, la recalcitrante que busca revivir la lucha entre capital y trabajo. En cambio, propone una izquierda moderna que quiere “reconstruir el mercado y reorientar la globalización con un conjunto de innovaciones institucionales”. En pocas palabras, “una alternativa nacional desafiante”.
Suena hermoso, ¿no? Lo malo es que también utópico. Sobre todo cuando testimoniamos cómo, en el debate sobre la nación que queremos ser —ley de ingresos y presupuesto—, seguimos sumidos en la mediocridad del corto plazo, de las cuotas de partido, de la rebatiña de gobernadores, alcaldes y gobierno federal, y en las visiones cortoplacistas que atienden más a las elecciones del 2011 y 2012, que al país que amenaza desde ahora y aterra a mediano y largo plazos.
La verdad, no sé a qué va un grupo de picudos a ver al señor Roberto Mangabeira a Harvard. Que dizque a escucharle una conferencia en corto sobre el México de hoy y mañana. Tal vez algunos se traigan ideas, y no sólo frases para sus discursos. Menos mal que es un encuentro cordial. Que si fuera examen no les cabrían en el avión las orejas de burro.



Fuente: El Universal
Difusión AMLOTV


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