MÉXICO, D.F., 29 de diciembre (apro).- La organización criminal Los Zetas tiene el control de los órganos policiales de Nuevo León, en cuya capital, Monterrey, se escondía el líder de ese grupo Heriberto Lazcano, El Lazca, quien planeaba una ofensiva contra el cártel del Golfo en Tamaulipas, según un reporte que el Consulado de Estados Unidos en Monterrey envió al Departamento de Estado.
El documento, filtrado por Wikileaks, fue enviado el 28 de febrero pasado, un día después de los ataques con granadas a cinco estaciones de policía en Nuevo León.
En el cable, firmado por el cónsul Bruce Williamson, se señala que Nuevo León está “fuera de control", y que aunque el secretario del gobierno de Rodrigo Medina, Javier Treviño Cantú, ha caracterizado los ataques del narco como una reacción a los esfuerzos de seguridad del gobierno estatal, "esta explicación no es persuasiva, ya que los programas en el estado siguen siendo nacionales en el mejor de los casos."
Agrega que la estrategia conjunta anunciada entre los gobiernos federal y estatal para instalar retenes en Monterrey y otros municipios ha comenzado, y que la explicación más probable para los ataques, dada la penetración de Los Zetas en la entidad, es que el cártel del Golfo haya realizado los ataques para advertirle a la policía que deje de ayudar a Los Zetas y se pasen a su bando.
Otra posible explicación, apunta, es que los ataques hayan sido un intento para "calentar la plaza".
Sin embargo, subraya el cable, "ninguna (de las explicaciones) involucra una respuesta del crimen organizado a los 'efectivos' esfuerzos del gobierno estatal".
En el memorando se relata que el 27 de febrero de 2010 hubo un enfrentamiento entre Zetas y el Ejército en los municipios de Zuazua y Pesqueira, y que no fue dado a conocer en la prensa local, pero se obtuvo información por medio de "agentes policiales del consulado".
Según Williamson, algunos hechos violentos en Nuevo León no son reportados por la prensa ni por el gobierno estatal.
El documento filtrado apunta que el público en Monterrey teme que la violencia escale a los niveles que se ven en la frontera.
"Los ciudadanos están parando sus viajes a la frontera y varias empresas de autobuses están cancelando sus rutas en el estado. En efecto, si objetivos de alto valor se mudan a Monterrey y Saltillo, Coahuila, la violencia entre los cárteles y el ejército aumentará”, dice.
Fuente: Proceso
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