Viernes, 07 de Enero de 2011 00:00
Escrito por La Jornada Morelos
El problema de ciertos conflictos que se crean artificialmente es que una vez creados, se sueltan y después no se sabe dónde y cómo terminarán. Parece que es el caso que nos ocupa. El tema del predial ha dejado de ser un problema sólo del ayuntamiento de Cuernavaca, para convertirse en un polémica entre partidos, dimos y diretes; e incluso, en el que ha quedado entrampado el gobierno del estado.
Sigue siendo un problema social serio. La inconformidad está ahí, pero también es cierto que se va pudrir debido a la incapacidad de los gobiernos por establecer mecanismos de diálogo con sus gobernados, quienes por cierto, no son súbditos si no ciudadanos, con igualdad ante la ley y de quienes según la carta magna, dimana el poder soberano.
Pero también está presente en este conflicoto, nuestra clase política provinciana, que sigue apostando a que le vaya mal al gobierno para poder obtener espacios de poder en el siguiente proceso electoral. Y eso se ve claro cuando la “oposición” se monta en las inconformidades ciudadanas y quiere sacar raja política de las mismas.
Ese es el contexto y el problema sigue ahí, no se muere de inanición ni se resuelve con declaraciones de una u otra parte ni con acusaciones o descalificaciones. El problema de fondo es que hacen falta mecanismos que obliguen a los gobernantes, únicamente depositarios del poder público, a consultar a los ciudadanos, quienes por su parte, deben exigir transparencia en el ejercicio de gobierno y sobre todo, en el manejo de los recursos públicos.
Es decir, la solución a éste y otros conflictos sociales, no está sólo en el color del partido que gobierna, si no en una sociedad organizada, con mejores interlocutores y con claridad en el proyecto de ciudad, estado y país, porque si los gobernantes no tienen idea, parece que los ciudadanos tampoco.
Fuente: La Jornada de Morelos
No hay comentarios:
Publicar un comentario