Intenciones de edificar la hidroeléctrica prende focos rojos en la zona, advierten los opositores
HÉCTOR BRISEÑO
Integrantes del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop), se reunieron con el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza, párroco de la iglesia de San Nicolás de Bari, de la colonia La Laja, para exponerle el temor y la incertidumbre que viven por la jornada electoral que se avecina, pues expusieron que ninguno de los candidatos que busca la gubernatura les brinda la confianza suficiente para evitar que el proyecto hidroeléctrico se lleve a cabo.
Uno de los voceros del Cecop, Marco Antonio Suástegui Muñoz, informó que tras la asamblea realizada el domingo anterior en Parotillas, acordaron acudir al sacerdote Jesús Mendoza para pedir la intervención de la iglesia católica en busca de recomponer el tejido social de las comunidades involucradas y entablar una nueva forma de lucha y resistencia, ante las posturas expuestas por los candidatos.
Suástegui Múñoz manifestó que “hemos cometido errores pero también hemos cometido aciertos”, y expresó que “actualmente nos sentimos en la indefensión, con este proceso electoral se vino a enrarecer el ambiente; se ha aprobado mucho dinero y eso es peligroso para las comunidades”.
Criticó que mientras uno de los candidatos ha amenazado con construir la presa, él otro ha permanecido en la indiferencia, lo que provocó que en el Cecop se hayan prendido los focos rojos.
Aceptó que tras ocho años de lucha, el desgaste físico y mental es considerable, por lo que es necesario revitalizar el movimiento de defensa.
El párroco Jesús Mendoza escuchó las opiniones de los comuneros, quienes reiteraron su posición de defender sus parcelas, incluso iniciar labor de convencimiento entre los que se dicen simpatizantes de la presa, al considerar que han sido engañados y manipulados por las autoridades, las cuales han sacado provecho de la pobreza de la gente.
Mendoza Zaragoza subrayó que los momentos complicados son también de oportunidad.
Pidió a los ejidatarios no trabajar únicamente como opositores, sino los invitó a plantear propuestas de desarrollo regional para sus comunidades.
Entre las soluciones que propuso, planteó reactivar el trabajo pastoral en las parroquias de Las Mesas, Dos Arroyos, Tres Palos y Aguacaliente; efectuar una reunión con el arzobispo Carlos Garfias y retomar los trabajos con la organización Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz).
Sostuvo que la labor de la iglesia es intervenir en el ámbito de su jurisdicción en la construcción de la paz y el respeto a los derechos humanos, nunca en lo político o económico.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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