SERGIO FERRER (Corresponsal)
Tlapa, 7 de marzo. Indígenas na savi de Yucunduta, municipio de Metlatónoc, denunciaron la falta de respuesta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), luego de que hace un mes interpusieron una queja por abusos cometidos por elementos del Ejército adscritos al batallón 93 de infantería, ubicado en Tlapa, en contra de la familia de Felipe Solano Ortiz.
Después de notificarse a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Codehum) sobre una queja existente contra efectivos del batallón 93, por parte de Felipe Solano Ortiz, la cual cuenta con el visto bueno del comisario municipal y 45 ciudadanos de Yucunduta, la queja se turnó a la CNDH, sin que hasta el momento se tenga respuesta.
Santiago Aguirre, abogado del centro de derechos humanos Tlachinollan señaló que, “la CNDH, instancia facultada legalmente para atender el caso, está lejos de las zonas donde se cometen los atropellos lo que dificulta emitir recomendaciones con prontitud, dejando a los quejosos en la incertidumbre”.
¿Por qué lo hicieron, quién los mandó?, reclamó ante los medios el comisario de Yucunduta; por otra parte, un indígena que acompañó a la familia de Solano Ortiz durante la entrevista, aseveró, “ya no queremos que entren soldados a Yucunduta, que quede asentado porque entonces reuniremos a las señoras y no respondemos por lo que les pase a los soldados”, reclamó.
Guadalupe Ángel Basurto, esposa de Solano Ortiz, narró que el 26 de enero se encontraba sentada en el patio de su casa cuando militares entraron y le preguntaron donde estaba su marido, ella replicó que no se encontraba y que si traían alguna orden para entrar a la casa, ante esto, militares respondieron a la mujer “cállate no venimos a platicar venimos por tu marido”. Ángel Basurto, asegura que su familia solo siembra mostaza, rábano y cilantro, “los militares llevaron semilla de amapola y la regaron por la casa, revolvieron toda la casa y se llevaron 430 mil pesos, dinero que envió mi hijo desde los Estados Unidos tenemos los recibos originales de los envíos”, agregó.
Carlos Solano, otro hijo de la indígena, que había regresado de Estados Unidos recientemente, fue detenido y golpeado por militares encapuchados, que lo trasladaron a Chilpancingo, días después fue liberado por intervención de Tlachinollan.
Fuente: La Jornada de Guerrero
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