Laura Itzel Castillo
Miércoles 23 de marzo de 2011
Lo ha dicho hasta el cansancio Andrés Manuel López Obrador: el PRI y el PAN pueden tener diferencias por cuestiones de forma o por puestos menores, pero en los asuntos de fondo, como la reforma laboral que quieren imponer en estos días, siempre se ponen de acuerdo. Como ocurre con toda oligarquía. Como es usual entre la mafia en el poder.
Imposible que la izquierda real avale, promueva y apruebe una propuesta tan regresiva como la del PRIAN. Sólo la presunta izquierda colaboracionista podría aprobar esta propuesta abiertamente patronal.
Después de la crisis económica mundial de 2009, diversos países optaron por reformas en el ámbito laboral, a fin de aumentar los salarios y la estabilidad en el trabajo. También reasignaron recursos del sistema financiero hacia la producción, fortaleciendo con ello el consumo básico y sus mercados internos. En México, sin embargo, la derecha usurpadora y sus paleros pretenden imponer una legislación reaccionaria, violatoria de la Constitución, que profundiza el deterioro salarial e incrementa la inestabilidad en el empleo.
La propuesta del PRIAN debilita significativamente los derechos de los trabajadores y fortalece el sistema sindical antidemocrático que el PRI usufructúa. De aprobarse, se legalizaría la subcontratación, también conocida como outsourcing; se establecería la contratación temporal, de prueba y de capacitación; se reduciría a un año el derecho a cobrar salarios caídos, es decir, el trabajador sólo podría recibir los sueldos no pagados por motivo de un despido injustificado sólo por ese lapso, aun cuando el juicio laboral dure varios años.
La lista de agravios es larga y el espacio corto. Empero, es necesario recordar que en esta misma legislatura ya se han presentado con antelación dos iniciativas de reformas a la Ley Federal del Trabajo: la de diversos diputados del PAN (elaborada, en realidad, por el porro Javier Lozano), el 18 de marzo de 2010; y la propuesta del PRD y la Unión Nacional de Trabajadores, presentada por el diputado Francisco Hernández Juárez, dirigente del sindicato de telefonistas, el 19 de abril de 2010.
Estas dos iniciativas deberían estar a debate. Sin embargo la semana pasada, el PRIAN intentó un albazo provocador e ilegal, aunque fallido, al pretender que dicha comisión dictaminara la propuesta del PRI (en realidad un fusil de la panista), que nada tiene que ver con la que habían dado a conocer en diciembre del año pasado. ¿Así o más clara esta simbiosis entre los dos partidos de la derecha mexicana, hoy presuntamente enfrentados por motivos electorales?
Como fuere, los diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) no nos quedaremos con los brazos cruzados. A partir de hoy, en comisiones y ante el pleno, haremos todo lo que esté en nuestras manos para impedir la aprobación de esta propuesta regresiva en materia laboral.
Fuente: El Gráfico
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