¡No más sangre!, ¡Ni un muerto más!, ¡Veracruz no es cuartel, fuera el ejército de él!, corearon los cientos de xalapeños que asistieron a la marcha en protesta por la inseguridad, quienes responsabilizaron a los gobiernos, federal y estatal de la violencia que vive el país y el estado.
En dos contingentes, uno que salió de la Facultad de Economía y otro de la Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana, estudiantes, maestros, investigadores, miembros de organizaciones sociales y ambientalistas y algunos niños marcharon por la avenida Ávila Camacho, en respuesta a la convocatoria de la Marcha Nacional por la Seguridad para protestar por los seres humanos con un nombre, con un rostro pero que su futuro fue truncado por el crimen organizado.
En la capital del estado de Veracruz todos dijeron “ya estamos hasta la madre de tanta violencia” porque el “gobierno y el narco son el mismo barco”, así, sus consignas y una manta grande que inscribía, “paremos las balas, nuestra propuesta cultura y educación” parecía que los guiaba porque en esta ocasión no había protagonismo.
Y al aclamar que “narco y policía, son la misma porquería”, en la calle de Enríquez simulando ser cuerpos sin vida, algunos jóvenes se tendieron sobre el piso, derramaron pintura roja y permanecieron ahí por algunos minutos, también se encendieron veladoras y se colocaron flores.
Asimismo los participantes de esta marcha se recostaron en la plaza Lerdo en solidaridad con el poeta Javier Sicilia, a quien recientemente le acribillaron a su hijo en el estado de Morelos.
Al igual llamó la atención un cartel con la foto de Ricardo Lagunes, un joven que fue secuestrado el pasado 14 de febrero, pero que hoy, la señora Nora Sosa, la portaba “para que no digan que no existe, aquí está la foto y no se ha sabido de él, no hay rastro”.
En el trayecto de la marcha, la catedrática de la Facultad de Letras, Nidia Vincent, expresó, “estoy aquí para pedirle a nuestra clase política otra actitud, otra respuesta porque por el camino que vamos no vamos a llegar a nada, porque si se trata de acabar con las drogas hay que congelar las cuentas, hay que agarrar a las cabezas grandes, hay que ir por los políticos involucrados, de nada sirve esta sangre inútil y pensar qué vamos a hacer con esos muchachos cuya única salida que encuentran es la droga”.
En este encuentro en donde no hubo tintes políticos, Claudia dijo que ella marchó porque así como han sido varios muchachos, “mañana puede ser mi hijo o el del mismo presidente”.
Mientras que los jóvenes que integran el movimiento de “No más sangre” recriminaron la voz discordante que los acusó de “drogadictos” por querer que el Ejército regrese a los cuarteles.
Fuente: La Jornada de Veracruz
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