NORMA TRUJILLO BÁEZ - MARTES, ABRIL 26, 2011
Tras señalar que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) cerrará su laboratorio de investigación radiológica por la presión del gobierno federal para que la población no conozca los impactos que genera una nucleoeléctrica, como lo es Laguna Verde, Beatriz Olivera, coordinadora de la campaña de Energía y Cambio Climático de Greenpeace, precisó que dentro del Plan Energético del país que contempla 10 nuleoléctricas se proyecta una en el puerto de Coatzacoalcos, lo que pondría en mayor peligro a Veracruz.
Entrevistada en el marco del despliegue de una manta de 100 metros que inscribía "¿Nuclear? No, gracias" en la plaza Lerdo, que hizo la organización Greenpeace con el propósito de mandar un mensaje a la población veracruzana, a las autoridades gubernamentales y a los funcionarios del sector energético del país sobre los riesgos de continuar con el uso de la energía nuclear, a raíz de la tragedia en la planta Fukushima y por el 25 aniversario del desastre nuclear de Chernobyl.
La activista señaló que después de los desastres nucleares las autoridades se han limitado a decir que “no hay riesgo”, sin embargo no se ha hecho un estudio técnico por parte del gobierno y la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear sobre el verdadero riesgo que representa la nucleoeléctrica de Laguna Verde.
En cambio, sostuvo que por todos los medios se trata de ocultar la información, “hay algunos académicos de la UNAM, sobre todo el físico-matemático Bernardo Salas, él estaba realizando estos análisis radiológicos, sin embargo el laboratorio está a punto de ser cerrado, ya que ha denunciado que las fugas de radioactividad de la planta sobrepasan los límites permitidos”.
Por todos los medios, dijo, se ve que no hay flujo de información, no se permite que salga a la luz todo este tipo de irregularidades y exigimos que alguna otra institución o bien la Comisión Nacional Nuclear realice los estudios y los haga públicos, ya que ante el impacto de los desastres en Japón hay una campaña para decir que ante el cambio climático es la opción para mitigar gases de efecto invernadero, señaló la Coordinadora de Energía de la organización ambientalista.
El cierre del laboratorio de la UNAM, refirió, está totalmente relacionado con que se pretenda minimizar las afectaciones que puede provocar la radioactividad, sobre todo a raíz de Fukushima, ahora lo que estamos exigiendo es que los tomadores de energía es que no haya un mayor incremento en la matriz energética nacional mientras no tengamos claro lo que pueda suceder.
Aunque el físico Bernardo denuncia y mantiene sus estudios a la luz pública, tratan de ocultar su trabajo, de cerrarle el laboratorio, sin embargo aquí es donde debe decirse que sus estudios han dicho la verdad sobre los impactos de la energía nuclear y ahí es donde la gente tiene que voltear a ver, aclaró.
Asimismo, la activista precisó que hay cuatro escenarios de planeación de Comisión Federal de Electricidad, esto podría ser para 2024, una establece que serían 14 carboeléctricas para 2024, otro dice que se construirían cuatro centrales nucleares combinadas con energía eólica y el más catastrófico es 10 combinadas con energía eólica, “a ello nos oponemos, hay ubicaciones, por ejemplo, está Coatzacoalcos que se ha perfilado como una sede; Sonora; la zona aledaña a Laguna Verde con dos nuevos reactores, sin embargo hasta hoy sólo son escenarios de planeación”.
“Por lo que consideramos que estamos en un buen momento para hacer conciencia a la gente y frenemos estos intentos por promover a la energía nuclear”, consideró la activista.
Fuente: La Jornada de Veracruz
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