miércoles, 6 de abril de 2011

¿Está México preparado para otro shock externo?

ARTURO HUERTA GONZÁLEZ

El lunes 4 de abril se presentó en Los Pinos el primer informe del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero. Felipe Calderón sostuvo que México está hoy mejor preparado para enfrentar los riesgos de la economía global y mitigar sus posibles impactos en la economía. Dijo que ello es consecuencia del control que se mantiene sobre las diversas variables macroeconómicas como el déficit fiscal, la deuda externa, inflación y el sistema financiero, lo que apuntala la fortaleza económica nacional. Reiteró que “la estabilidad macroeconómica, es necesaria para el bienestar de la gente, y constituye la base para el crecimiento” y que con ello “los mexicanos pueden formar un patrimonio mejor”. Señaló que el sistema financiero está sólido, y que “estamos mucho mejor preparados para mitigar los riesgos externos que pudiera enfrentar nuestro sistema financiero”.

Al respecto cabe decir que la solidez referida del sector financiero, es endeble, pues no es resultado de condiciones de crecimiento y de recuperación de los créditos otorgados. Siguen los problemas de carteras vencidas. La política económica ha actuado a favor de lo financiero. La banca gana aquí lo que no gana en ninguna parte del mundo, y que esa alta capitalización, la ha alcanzado a partir de los recursos que el gobierno le sigue transfiriendo por el rescate de Fobaproa, como por las altas tasas de interés que le paga por la deuda pública que está en control de dicho sector, así como por las altas tasas de interés que cobra por los prestamos que otorga, y las altas comisiones por los servicios que presta, y que no obstante su capitalización no ha sido funcional a la dinámica económica, pues no otorga créditos al sector agrícola e industrial, sino que especula con los créditos al consumo y en el propio sector financiero. Seguimos en un contexto donde el costo de la deuda (la tasa de interés) es más alta que el crecimiento del ingreso de empresas e individuos, por lo que está latente y creciente el problemas de cartera vencida que tiende a debilitar dicha ‘fortaleza’.

La estabilidad macroeconómica que se defiende, ha actuado en detrimento del crecimiento. Solo ha favorecido al sector financiero, el cual ha incrementado su patrimonio, a costa de descapitalizar al sector industrial y agrícola, de aumentar el desempleo y las presiones negativas sobre el sector externo, que nos llevan a depender más de la entrada de capitales, y de ahí que insistan en las reformas estructurales para seguir extranjerizando la economía para que venga más capital. La mayoría del sector privado nacional, así como las familias y el gobierno tienen hoy menos patrimonio, del que tenían antes de las políticas macroeconómicas de ‘estabilidad’.

Calderón afirmó que México tiene la fortaleza suficiente para prevenir situaciones adversas de alzas de la tasa de interés internacional, de embates financieros derivados de los problemas fiscales de los países europeos, que provoquen reversión de los flujos de capital, dado el manejo responsable de las finanzas públicas, y la capitalización de la banca, así como por las reservas internacionales que rebasan los 120 mil millones de dólares, y la inflación más baja de los últimos siete sexenios, y las tasas de interés las más bajas en cinco sexenio, y además está la línea de crédito de 72 mil millones de dólares otorgada por el FMI. Señaló además que la deuda total y el déficit fiscal de México, son menores que la del resto de los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico.

Cabe decir que la economía nacional no presenta fortaleza alguna, pues la baja inflación no es resultado del crecimiento de la productividad y producción nacional, sino del dólar barato con que se trabaja, que reduce el costo de importaciones, y así baja la inflación, a costa de desplazar y descapitalizar a la producción nacional. El dólar barato y las grandes reservas internacionales son resultado de la entrada de capitales derivadas de la extranjerización de la economía, como de las altas tasas de interés internas. Si se tiene menos déficit y deuda pública que los países de la OECD es porque el gobierno ya no ha estado invirtiendo en Pemex, ni en la industria eléctrica y en infraestructura, ni se ha endeudado para ello, debido a que ha abierto tales sectores a la inversión privada. Ha sido la extranjerización de los sectores estratégicos de la economía lo que explica tal situación. La “estabilidad” macroeconómica y financiera se sustenta en la entrada de capitales, por lo que al dejar de venir éstos, sea por vulnerabilidad de los mercados financieros, como porque el país ya no tenga más que vender, caerán las reservas internacionales, se devalúa la moneda, se desestabiliza el sector financiero, y se profundiza la crisis, pues la economía no tiene condiciones internas para encarar tal situación, tal como aconteció, en 1982, 1995, 2008–09, y acontecerá de nuevo.

Fuente: La Jornada de Oriente

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