PAULA CARRIZOSA
“Lo que pasó el 15 de junio en Atenas, cuando luego de tres semanas de organización la gente salió a las calles a señalar que no es bajo la lógica del capital, del Estado o de los partidos como se puede vivir, será recordado como lo que pasó en 1968, en México”, expresó el docente del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego” de la Universidad Autónoma de Puebla, John Holloway, tras presentar el libro Pensar la autonomía, en el que 14 expertos ensayaron sobre esta forma de estructura social que ha tenido su auge en los últimos 20 años.
En uno de los patios interiores de la Casa Amarilla, el fin de semana se presentó este texto editado por Jóvenes en Resistencia Alternativa (JRA) un colectivo de la ciudad de México que ha abordado desde el aspecto teórico y el práctico, a esta alternativa social, política y productiva.
Los ensayos fueron realizados por Ana Esther Ceceña, Raúl Zibechi, Raquel Gutiérrez Aguilar, Gilberto López y Rivas, Massimo Modonesi, Claudio Albertani, Benjamin Arditi, Ezequiel Adamovsky, Francisco López Bárcenas, Gustavo Esteva, Hernán Ouviña, Mabel Thwaites, Sergio Tischler y John Holloway, quienes revisaron las posibilidades de que la autonomía se convierta en un modelo capaz de reproducirse a nivel macro, no sin dejar a un lado sus contradicciones.
Durante su intervención, Holloway señaló que a la autonomía debe considerársele como un desafío, una forma de salir para todos aquellos que “están atrapados en una dinámica de muerte” como es el capitalismo.
Este sistema político, social y económico, afirmó, es una expresión de la injusticia, la explotación, la disolución, la destrucción de la vida y la sociedad, que se refleja en situaciones como la violencia o el suicidio. “El capitalismo es peor que la cárcel, ya que se convierte en un estado estático”, reflexionó.
Holloway dijo que no sólo es la consecuencia de los gobiernos, sino del uso del dinero. Lo primordial, continuó, es saber cómo se terminará con esa estructura económica. “El dinero es lo que nos resume como sociedad, y nos atrapa en una dinámica que nos destruye”.
“¿Cómo romper esta dinámica que cada vez es más agresiva?”, preguntó el autor del libro Cambiar el mundo sin tomar el poder(2005).
Respondió que hay dos formas: la primera se realiza cuando la gente se reúne para escuchar y debatir sobre el tema, mientras que la otra se cumple cuando “alguien niega el dominio del poder, y crea”.
“Vamos a decir no, vamos a hacer las cosas y a terminar con la lógica avallasadora del capitalismo, asumiendo nuestra responsabilidad y nuestra humanidad”, aseveró el experto.
Recordó que lo ocurrido en Grecia, la organización social y la forma en que la gente dijo que no a la política económica que propuso el gobierno, es un ejemplo de la “impresionante fuerza que tiene la palabra no, y de lo importante que es decir que hay otra forma de vivir”
Fuente: La Jornada de Oriente
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