Activistas por los derechos de los migrantes que trabajaban en un albergue de migrantes en Tenosique, fueron amenazados e intimidados por militares y policías.
Según varios testigos, el 17 de septiembre, Fray Tomás González, director del albergue de migrantes “La 72” y presidente del Centro de Derechos Humanos del Usumacinta, junto con el activista Rubén Figueroa, quienes venían acompañados por dos migrantes, fueron detenidos por militares en su trayecto a Tenosique. Se dirigían a comprar ropa para los migrantes que actualmente se estaban hospedando en el albergue. Los militares demandaron revisar su vehículo, sin embargo, ya que no había ninguna justificación legal para llevar a cabo este cateo, los defensores de los derechos humanos se rehusaron a cooperar. Minutos después, dos camionetas de la Policía Estatal llegaron a rodear la Pick-up y al bajarse, uno de los agentes golpeó a Rubén Figueroa en la cara.
Un hombre, quién aún no ha sido identificado, se acercó y le ordenó a los militares a revisar la Pick-up y obligó a las cuatro personas a bajarse del auto. Fray Tomás González le tomó fotografías y este lo insultó diciéndole “Hijo de tu puta madre, te voy a romper todo lo que tienes, pinche indio taimado no vales nada”. Unos minutos después, un miembro de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos llamó a Fray Tomás González a su móvil e insistió en hablar con el hombre, sin embargo, el hombre negó la petición diciendo los derechos humanos no contaban en este caso. Ni los policías estatales, ni los militares quienes se encontraban en la escena en ese momento, hicieron nada para frenar estos actos.
Momentos después, arribaron tres camionetas de la Policía Municipal junto con aproximadamente veinte soldados armados, en este intimidante contexto, Fray Tomás González y Rubén Figueroa se mantuvieron dentro del vehículo y se rehusaban a bajar. La duración total del incidente fue de cuatro horas hasta que finalmente miembros de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos llegaron y lograron que los policías y militares se fueran.
Amnistía Internacional insta a sus miembros a escribir a las autoridades:
• • Expresando preocupación por la seguridad de Fray Tomás González y Rubén Figueroa junto con otros activistas que trabajan en el albergue de migrantes “La 72” y en el Centro de Derechos Humanos del Usumacinta.
• • Haciendo un llamado por medidas de protección, incluyendo la vigilancia con patrullas, estas medidas se deben implementar inmediatamente y de acuerdo con los deseos de quienes están en riesgo.
• • Exigir a las autoridades una investigación completa e imparcial sobre amenazas e intimidaciones contra Fray Tomás González y Rubén Figueroa.
• • Recordando a las autoridades que es su obligación asegurarse que quienes defienden derechos humanos puedan continuar su trabajo sin miedo a represalias, como se menciona en la Declaración sobre Defensores de Derechos Humanos de 1998 de la ONU
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