SAYDA CHIÑAS CÓRDOVA / LUNES, JUNIO 03, 2013
Coatzacoalcos, Ver.- La ruta migratoria del sur de México se mantiene como una zona crítica para los migrantes, a pesar de la denuncia de los activistas de defensa de Derechos Humanos; apenas este fin de semana, familiares de un migrante centroamericano que murió en un hospital de Coatzacoalcos sufrieron un calvario al ser asaltados por delincuentes y elementos del Instituto Nacional de Migración.
El 30 de mayo murió en el hospital general Carlos Alberto Muñoz de 42 años, quien el 17 de mayo fue empujado del tren en marcha y sufrió mutilaciones en sus extremidades y diversas lesiones en el estómago. No pagar la cuota por viajar arriba de La Bestia le costó la vida.
Debido a esto, fue trasladado al hospital regional Valentín Gómez Farías, donde se le indujo al coma para evitar sufrimiento por la amputación y de manera repentina murió en un ataque cardio-respiratorio.
Su hermano, Sergio René Muñoz en su trayecto para recoger los restos de este migrante fue asaltado en la ciudad de Palenque a pesar de que tenía un permiso del consulado para ingresar al país. Relató que en ese municipio, el personal del Instituto de Migración le pidió 400 pesos para dejarlo continuar, pero no lo dejaron pasar en transporte por lo que tuvo que caminar por parcelas, donde fue asaltado nuevamente.
“Ayer veníamos por la ruta de Tenosique, ahí nos dieron un permiso por 180 días para poder estar en el país mientras se realizan los trámites, desde ahí nos trasladamos en combi hasta Palenque, pero Migración nos detuvo y para dejarme ir me pidieron dinero, yo les di los únicos 400 pesos que tenía, pero ni así me dejaron continuar en el transporte, aunque tampoco me detuvieron”, anotó.
Campesinos de Palenque lo ayudaron a salir de esa zona y caminó durante más de dos horas por un rancho, donde nuevamente fue asaltado, pero esta vez por un grupo de delincuentes, quienes le quitaron la otra parte del dinero que traía para los trámites.
“Me quitaron la mochila y corrí porque me querían matar; más adelante, me encontré al dueño del rancho y me ayudó a regresar por mi maleta y me ayudó a seguir hasta Coatzacoalcos en transporte público, hasta donde me alcanzó el dinero. Después llegue caminando”.
Los familiares de este migrante están solicitando a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) que los ayude a la repatriación del cuerpo, ya que no cuentan con los permisos y los recursos.
Cabe señalar que los migrantes que llegan a Coatzacoalcos señalan como una zona peligrosa la estación de Palenque, en Chiapas; apenas la semana pasada dos mujeres fueron asesinadas en el tramo férreo Pakal-Ná -Salto de Agua por no pagar la cuota.
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