De nueva cuenta el petróleo

En concreto

Laura Itzel Castillo

De acuerdo al artículo 4 de la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, en materia de petróleo, la estrategia nacional de energía debe obedecer a los criterios de seguridad energética, sustentabilidad en la plataforma de extracción de hidrocarburos, la diversificación de mercados, la incorporación de mayor valor agregado, el desarrollo de la planta productiva nacional y la protección al medio ambiente.

Es decir que se debería promover que se utilizara el petróleo para producir gasolina, diesel, fertilizantes y demás productos petroquímicos.

Desde hace décadas se decidió basar la economía en la exportación de hidrocarburos. Los riesgos de la petrolización de la economía se advirtieron desde entonces. A lo largo de los años la extracción se fue incrementando hasta alcanzar 3.38 millones de barriles diarios en 2004. Las exportaciones de crudo crecieron igualmente hasta obtener 1.82 millones de barriles diarios, la mayor parte a EU.

Pemex tiene una gran carga fiscal, que representa uno de los porcentajes más altos en el mundo (67%). Sin embargo, esta carga fiscal se encuentra ligada directamente a la renta petrolera y representa los recursos que se destinan al Presupuesto de Egresos de la Federación.

El Congreso aprobó regímenes especiales para bajar esta carga fiscal en casos como Chicontepec, los llamados campos maduros y los marginales y en aguas profundas. El resultado ha sido que deducen 32.5 dólares por barril, contra los 6.5 dólares que deducen en el régimen ordinario.

Debido que en Chicontepec, campos maduros, marginales y aguas profundas, aplican los regímenes especiales, resulta que en estos casos son las empresas privadas las que se ven favorecidas, pues en estos casos son las que extraen el crudo y no la paraestatal con sus propios recursos, como en otras zonas del país.

Por lo tanto, al bajar los impuestos, con el nuevo proyecto de reforma petrolera, serían las empresas las que se quedarían con mayores utilidades, es decir con la renta petrolera. Dada esta situación, la pregunta es: ¿a quién le beneficia reducir la carga fiscal?