El detonador de la acción: los soldados cerraron el paso a policías ciudadanos y cortaron cartucho
Deciden continuar la movilización: a las 10 de la noche se preparaban para pernoctar en la vía
FRANCISCA MEZA CARRANZA ( )
En apoyo a la Policía Ciudadana, que los cuida desde el mes pasado, habitantes de Xaltianguis bloquearon ayer la carretera federal México Acapulco y retuvieron a un grupo de militares que se transportaban en un camión, luego de que el lunes pasado el comandante de la 27 zona militar, Mario Lucio González Cortés, advirtió que el Ejército desarmaría a cualquier civil armado.
El bloqueo, que a las 10 de la noche se mantenía, se llevó a cabo como parte de la inconformidad y para presionar al presidente municipal, Luis Walton Aburto, y al gobernador, Ángel Aguirre Rivero, a que los atendieran.
El viernes pasado, el Ejército llegó al poblado para desarrollar actividades de labor social, por lo que el clima se tensó y la presencia de los integrantes del Sistema de Seguridad Ciudadano (SSC) se vio opacada. Ayer, un altercado entre militares y estos detonó la movilización.
De acuerdo con el comandante del SSC, Miguel Ángel Jiménez, ayer por la mañana tuvieron un altercado con un grupo de militares cerca de El Pantano, cuando iban por agua, porque intentaron bloquearlos y les cortaron cartucho. Asimismo, al camión que retuvieron le marcaron el alto, pero, lejos de detenerse, el conductor aceleró la marcha “y hasta andaban atropellando a unas señoras”.
Los comandantes tuvieron una reunión privada con el comisario municipal, Alberto Castillo Castillo, con quien acordaron proponer al pueblo si continuaba el bloqueo permanente o con intervalos, y si liberaban o mantenían retenidos a los militares.
“El meollo del asunto, la raíz del problema, fue la declaración que salió en los medios de que iban a desarmar a los comunitarios”, confirmó el comisario.
Al salir de la reunión, algunos habitantes se dirigieron al punto conocido como El Retén, donde estaban los militares, y reforzaron la vigilancia sobre ellos.
“El Ejército es para servir al pueblo, no para agredirlo”, escribieron en las ventanillas de las combis que estaban ahí.
Luego de las 2:30 de la tarde, por megáfono exhortaban a los militares a llegar a un acuerdo y a pedir disculpas a la comunidad, para lo cual el comisario fue enviado a hablar con ellos; al regresar expresó que los uniformados dijeron que no lo harían porque no habían hecho nada malo.
Minutos después, el comandante Miguel expresó que mediante una llamada el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), Bruno Plácido Valerio, le informó que llegaría por vía aérea con representantes del gobernador.
Llegó con el procurador, Iñaki Blanco; el secretario de Seguridad, Sergio Javier Lara; el asesor Saúl López Sollano, y Ernesto Aguirre, quien se identificó como asesor externo del mandatario, y les ofreció que el alcalde los atendería a las 9 de la noche, y el gobernador, a las 10 de la mañana de hoy en Casa Guerrero.
Luego dejaron a Bruno Plácido y se fueron con el argumento de que tenían otras reuniones.
Plácido Valerio se encargó de dar el mensaje, en el punto conocido como La Parada. Pero los manifestantes se molestaron por la ausencia de los funcionarios y se negaron a dejar el bloqueo hasta que regresaran.
“Yo les decía, nuestra policía no va a confrontarse ni con los policías, ni con el Ejército; pero sí los ciudadanos pueden defender a su policía, y creo que eso es lo que están haciendo ahorita, compañeros”, resaltó ante la población.
Posteriormente, el comandante Gonzalo sirvió de moderador. “Walton odia a la comunitaria”; los municipales “vienen una hora y se van”, expresó uno de los habitantes.
“La Comunitaria es la policía del pueblo, el pueblo la eligió y el pueblo la va a mantener”, dijo otra.
Uno de los habitantes que tomaron la palabra externó que se negaban a nombrar una comisión porque temían que al reunirse se les fincaran responsabilidades por el bloqueo.
“Sólo les importamos cuando buscan el voto, ¿por qué hoy no?, hoy somos más importantes que cualquiera, hoy a Xaltianguis lo despertaron, y hay muchos; apenas estamos despertando, somos el pueblo más grande de Acapulco y nos hemos dejado pisotear; hoy Xaltianguis está haciendo historia”, aseveró un profesor, lo cual fue vitoreado por los presentes.
Otro habitante, con la voz quebrada, relató que hombres armados se llevaron a su papá, y pidió ayuda a policías ministeriales, quienes lo remitieron con militares, quienes a su vez le dijeron que llegaban en 10 minutos, y nunca llegaron.
“Si hubieran llegado, no lo hubiera recogido como lo recogí, agusanado. Por qué vienen ahora a decir que van a dar la seguridad que nunca nos han dado”, cuestionó.
Bajo el fuerte sol de media tarde, los pobladores expresaron su inconformidad con los cuerpos de seguridad oficiales y se manifestaron a favor de los ciudadanos armados.
Mencionaron que desde hace al menos dos años se enfrentaron a fuertes hechos de violencia, pero hasta que llegó la comunitaria lograron paz, salir de noche en el pueblo y continuar su vida normal.
Posteriormente regresaron a los dos plantones que tenían sobre la carretera: en el punto conocido como El Retén y en el acceso del pueblo.
En ese transcurso repartieron agua y tacos de arroz; también mencionaron que se había matado una res para que comieran.
Los vehículos de los comunitarios, de la población y combis que circulan en la zona sirvieron para transportar a la gente entre retén y retén. En los plantones colocaron lonas, sillas, mesas y se preparaban para pasar la noche.
Como a las 2 de la tarde, el comandante de la 27 zona militar, Mario Lucio González Cortés, quien anunció que se desarmaría a los civiles armados, intentó ingresar al poblado, pero no se le permitió.
Hasta la tarde-noche continuaba en el primer retén; comentó que no se retiraría del lugar porque “sus hombres” estaban retenidos y no podía dejarlos solos. Había al menos dos camionetas artilladas resguardándolo y todos sus efectivos portaban su manga amarilla con la leyenda Labor Social.
Por la noche se rumoró que el alcalde acudiría a la zona; sin embargo, no se confirmó esa versión.
El lunes pasado, al acudir al poblado a supervisar las actividades de labor social, González Cortés aseguró que a todo civil que estuviera armado y no autorizado para ello se le aplicará la Ley Federal de Armas de Fuegos y Explosivos.
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