jueves, 22 de agosto de 2013

Con autoritarismo de EPN luchas dejan de ser de un sector y se vuelven sociales


NORMA TRUJILLO BÁEZ

Luego de que el Presidente de la República advirtiera a los maestros que las leyes secundarias de la Ley General de Educación no están en negociación, la aprobación de éstas y la reforma energética dejan de ser una lucha de un sector y se convierten en una lucha social que tendría graves consecuencias en el país, sostuvo el secretario de Organización de la región Golfo del Comité Ejecutivo Nacional Democrático del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Guillermo Nonalaya Toralva.

En entrevista, el dirigente sindical dijo que la aprobación de las leyes secundarias que reglamentarán la reforma educativa dejará de ser luchas parciales para convertirse en luchas sociales, “porque estamos ante un daño masivo con la aprobación de estas leyes y a ello se integra la reforma energética que traería consecuencias para el pueblo mexicano”.

Nonalaya Toralva señaló que las iniciativas de reformas que están en discusión en el Congreso Federal pueden crispar los ánimos de la sociedad que padece el abandono de los gobiernos y sufre el desempleo y la pobreza. En el caso de la reforma educativa, dijo, “está claro que no tiende a modificar un programa educativo nacional, se están siguiendo al pie de la letra los viejos programas que se habían implementado, algunos, desde la administración de Carlos Salinas de Gortari, por ello sería bueno que la reforma educativa tendiera a que se creara un nuevo programa educativo, se implemente un financiamiento a las escuelas para infraestructura”.

También, añadió, una reforma educativa tendería a que las televisoras tendrían que ser adaptadas a la educación nacional, pero no es así, “se sigue con los mismos programas, con los mismos esquemas educativos”.

Asimismo expuso que ellos seguirán defendiendo para que no exista la evaluación a los maestros porque habría despidos masivos, “consideramos que son leyes punitivas y desastrosas para los maestros y la estabilidad laboral son un derecho conquistado por los trabajadores y está garantizado por el artículo 123 de la Carta Magna, Apartado B, leyes, reglamentos y demás normas de la República, tratados internacionales y los derechos humanos universales”.

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