La educación como show

Axel Didriksson

La educación como show

Durante los últimos años el predominio del mercado educativo, el de la educación como una mercancía y la escuela como negocio, ha venido ganando terreno en el país. El crecimiento de las escuelas “patito” está provocando un gran fraude educativo, y ahora saldos en extremo trágicos, como el que vivimos con la muerte de 46 niñas y niños de la Guardería ABC de Hermosillo, Sonora, debido a la falta de control y de regulación que debería de ejercerse sobre estas escuelas.

Otro de los extremos que vivimos respecto de la irracionalidad con la que opera el sistema educativo en el país, se muestra ahora en el programa televisivo “Todo el Mundo Cree que Sabe”, organizado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y el Consejo de Administración de Televisa, que ya está en pantalla a nivel nacional.

Se trata de la imitación del formato que se usa para hacer creer a las personas que pueden llegar a ser millonarios algún día, atinándole a algo, (vis a vis comprando cachitos de lotería: coincidencias irónicas aparte) en donde se invita a niños y niñas de altas calificaciones, a que se sometan a un escrutinio de preguntas cerradas para obtener respuestas determinadas. El tipo de programa que se diseñó es el peor ejemplo que se pudo encontrar, para aprovechar la televisión con fines educativos. Desde hace lustros, la idea de que se sabe o se aprende algo sólo por la vía de la memorización, ha sido en extremo criticada, y existen múltiples pruebas que demuestran lo negativo que conlleva mantener esa lógica para el desarrollo intelectual y cognitivo de los niños y jóvenes. Los test, los exámenes de opción múltiple y hasta los muy criticados puntajes de inteligencia, han mostrado que en el fondo esconden orientaciones pedagógicas clasistas, una curricula de connotaciones racistas que atentan contra la diversidad y la interculturalidad, y que reproducen la idea del éxito directamente relacionado con determinadas condiciones socio-económicas de las personas.

Con tantas necesidades educativas que tenemos en el país, y sólo se les ha ocurrido tirar a la basura recursos, medios, destrozar valores y posibilidades de aprendizaje. El entretenimiento por encima de lo educativo.