Zhenli Ye Gon: la pesadilla de Calderón
RICARDO RAVELO
MÉXICO, D.F. 26 de junio (apro).- El retiro de los cargos que el gobierno de Estados Unidos le imputaba al empresario chino Zhenli Ye Gon y que abrió la puerta a su eventual extradición, está a punto de convertirse en una pesadilla para altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda, de Aduanas, Puertos y Aeropuertos, por donde el dueño de Unimed Pharm Chem México traficó con cientos de toneladas de pseudoefedrina, presuntamente destinadas para elaborar drogas sintéticas.
Uno de los personajes que puede resultar clave para desentrañar la maraña de complicidades de Ye Gon es José Guzmán Montalvo, exdirector de Aduanas, quien fue investigado por una comisión especial de la Cámara de Diputados precisamente por favorecer el contrabando en el país y, en particular, a los hijos de Marta Sahagún, Manuel y Jorge Bribiesca.
Protegido del exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, quien lo sostuvo en el cargo a pesar de las múltiples acusaciones que documentaron su presunta protección al contrabando, Guzmán Montalvo no es el único funcionario que resultó salpicado por las operaciones ilegales de Ye Gon.
También fueron investigados por la Procuraduría General de la República los agentes aduanales Roberto Quintanilla Salazar y Uriel Martínez, entre quienes aparece como enlace otro personaje clave: Humberto López Rodríguez, agente aduanal que, según documentos de la empresa Unimed Pharm Chem era uno de los gestores consentidos de Ye Gon y servía de enlace con otra agencia aduanal contramatada por el empresario chino –Roma Vazeli, S.A. –con sede en Monterrey y cuyo gerente general es Roberto Quintanilla.
Según datos consultados, tanto en la Administración General de Aduanas como entre agentes aduanales, Humberto López es hermano de Juan Carlos López Rodríguez, exadministrador de la aduana de Colombia, Nuevo León, y extitular del despacho central aduanero.
En el sexenio de Fox, Juan Carlos López fue una pieza clave en las operaciones de Guzmán Montalvo, pues fungió como administrador del llamado Segundo Reconocimiento y en la recta final del gobierno foxista fue uno de los principales promotores de que esa área fiscalizadora fuera concesionada a la empresa francesa SGS, relacionada con los Bribiesca Sahagún, como reconoció Guzmán Montalvo en una entrevista con los reporteros Miriam Posadas y Eduardo Martínez, del diario La Jornada (28 de octubre de 2005).
La entrevista se realizó en vísperas de que el gobierno federal diera a conocer a la empresa ganadora del concurso de licitación para operar el Segundo Reconocimiento, que es la revisión adicional de mercancías en las aduanas.
Ye Gon y el narco
A Ye Gon se le relaciona, de acuerdo con la PGR, con al menos 600 operaciones de tráfico de pseudoefedrina, la mayoría de ellas, legales, según reconocieron en su momento las autoridades federales. Pronto se supo que las excesivas importaciones de pseudoefedrina que hacía Ye Gon no se justificaban, pues el país no tenía crisis de problemas gripales.
Lo que sí se acreditó –y esta es parte de la investigación que enderezó la PGR en contra del empresario de origen chino– es que Zhenli Ye Gon suministraba pseudoefedrina a distintas organizaciones criminales, entre otras, a los cárteles de Sinaloa y del Golfo.
En la averiguación previa PGR/SIEDO7UEDO/191/2006 también se documentó que uno de los centros de operaciones de Ye Gon era, precisamente, el estado de Michoacán, pues el puerto de Lázaro Cárdenas, localizado en esa entidad, fue utilizado para realizar sus importaciones de pseudoefedrina provenientes de China y que también cruzaban el territorio estadunidense.
Sin embargo, en el expediente referido la PGR no menciona el grado de participación que tuvo Guzmán Montalvo en el presunto encubrimiento de estos negocios, aunque en múltiples ocasiones fue señalado públicamente de ser una de las piezas más importantes en el engranaje criminal de Ye Gon.
La historia del empresario chino no comenzó con el hallazgo de los 205 millones de dólares en la casa de Las Lomas. Desde tiempo atrás la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y la PGR tenían conocimiento de las importaciones de pseudoefedrina que hacía Ye Gon.
Es más, el empresario de origen chino se quejó durante sus declaraciones realizadas en Estados Unidos, de que en varias ocasiones fue extorsionado por agentes federales para no ser detenido. Y señaló directamente a agentes de la Policía Federal Preventiva.
Ye Gon se convirtió, en el arranque de la administración de Felipe Calderón, en el principal detonador de escándalos. Desde Estados Unidos, a donde se refugió tras huir de México, declaró que parte del dinero asegurado en la casa de Las Lomas fue para financiar la campaña del PAN, y señaló a un funcionario de apellido Lozano (presuntamente Javier Lozano, secretario del Trabajo) como el enlace para las operaciones de financiamiento, quien le habría dicho, según Ye Gon, algo así como "copelas o cuello", frase que se hizo famosa.
El lunes pasado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer que se retiraron los cargos contra Ye Gon por introducción de metanfetaminas a Estados Unidos, y que el empresario quedaba a disposición de las autoridades mexicanas para ser extraditado.
La razón es que los dos principales testigos que lo acusaban extrañamente cambiaron de parecer: uno de ellos se retractó de su dicho y el otro no ratificó lo que ya había declarado.
El camino de la extradición de Ye Gon es largo. El gobierno mexicano solicitó su extradición formalmente pero eso no quiere decir que Ye Gon pronto llegará a México: aún debe ser vencido en juicio y, según se sabe, los abogados de Zhenli Ye tienen diversos argumentos para frenar la extradición, pues aducen razones políticas, lo que podría ser un argumento de peso para que no sea traído a México.
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