por Helguera y Hernández
En los albores de la civilización, cuando el cerebro del homínido aún no se desarrollaba totalmente, este ser primitivo llegó al poder en México e hizo todo lo posible por desaparecer de la faz de la Tierra –al país, no a sí mismo–. Tras nueve años, que parecieron nueve eras glaciares, el involucionado descendiente de estos panístidos, el Homo fecalensis parece haber logrado un hazaña histórica: revertir la extinción de los dinosaurios. He aquí algunos hallazgos de esta época primitiva.
LA CASA DEL MAMUT
Los primitivos habitantes del mundo PANhistórico tienen rituales que mezclan la caza con el apareamiento. Una vez que atrapan a la bestia, se van juntos a vivir al rancho. Son recolectores… de millonarias donaciones, y también muy reculectores. EL HOMBRE DE GALVÁN
Esta brutal criatura siembra el terror por todos lados a grado tal, que es considerado como una especie de tiranosaurio antropomorfo. Depredador brutal y feroz, suele atacar víctimas indefensas en trampas que construye llamadas “retenes”.
EL HOMBRE DE NADA
Los antropólogos han descubierto que este pequeño hombrecillo es un eslabón perdido
de una cadena evolutiva que conduce a… ninguna parte. Aunque es sumamente primitivo
y su capacidad cerebral es nula, como lo demuestra la vertiginosa cercanía de sus cuencas oculares, ya conoce el petróleo y sus derivados: muchas cuentas bancarias.
ARQUEOLOGÍA RECONSTRUCTIVA
Los hallazgos arqueológicos nos hablan de la vida de las civilizaciones bárbaras que
han habitado el planeta. Así, es posible con puros huesos, construir un sistema de
vida pagado por el erario durante años, o sobrevivir a la amenaza de la era Gordilloiao, y todo esto, a pesra de tener un cerebro muy primitivo.
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