Bolivia y Venezuela rebasan a México en la formación de especialistas en inteligencia y seguridad nacional. En el país, apenas comienza a discutirse el tema en algunas maestrías, especializaciones y diplomados, mientras que Estados Unidos, Canadá y países de Europa y América Latina desde hace lustros abrieron el tema a la sociedad. La visión de la inteligencia como un asunto de espías y conspiradores priva tanto en las administraciones priistas como panistas
La inteligencia es una herramienta del Estado que apoya la mejor toma de decisiones. Este propósito será más exitoso en la medida en que se formen más profesionistas en esa materia; esto es necesario para contribuir a formar la incipiente comunidad de inteligencia mexicana, señala Guillermo Valdés Castellanos, director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) durante una reunión de especialistas y académicos efectuada casi cuatro meses después de que el Diario Oficial de la Federación (DOF) anunciara, el 16 de abril, la creación de la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI).
Con esa medida, México ingresa a la dinámica que desde hace décadas practican los gobiernos de decenas de países con los que mantiene colaboración en materia de inteligencia y seguridad, entre ellos, Gran Bretaña, Estados Unidos y España.
El acuerdo que da origen a la nueva institución indica que se busca formar expertos que contribuyan a fortalecer la seguridad nacional. Su objetivo general es elevar las capacidades técnicas del Estado mexicano mediante la formación de cuadros profesionales y especializados en inteligencia civil para la seguridad nacional “y cualquier otra necesaria para mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado mexicano”.
Son cuatro los objetivos que el Estado mexicano se plantea al establecer la ENI: formar personal en materia de inteligencia y seguridad nacional; generar y sistematizar los conocimientos en la materia; integrar una biblioteca interna; y un centro de documentación e intercambiar experiencias e información con estudiantes y maestros de cualquier institución nacional e internacional, siempre y cuando su contenido no sea reservado.
A más de 120 días de que se informó de la creación de la ENI, se desconoce qué materias integrarán el plan de estudios y quiénes conformarán su planta docente, aunque es sabido que los exdirectores del Cisen y altos oficiales de las Fuerzas Armadas siempre son incluidos por sus conocimientos en inteligencia estratégica.
Con 20 años de existencia formal, pues se creó en 1989, el Cisen ha sido semillero de profesionales en inteligencia que más adelante ocupan cargos en el sector público y privado. Su experiencia en el campo se complementa con cursos de capacitación que sus integrantes toman en instituciones del extranjero, homólogas al Cisen, o a través de ponencias, foros y seminarios que expertos en inteligencia dictan en México para ese cerrado pero creciente grupo de funcionarios.
De modo paralelo, académicos e investigadores nacionales formados en centros de educación superior públicos y privados han incursionado en el estudio de la inteligencia mexicana: sus antecedentes históricos, su marco legal, instituciones que la producen y cómo se comparte a nivel nacional e internacional, así como las disciplinas que le son afines.
Con ese acervo, se integraron paulatinamente como docentes en seminarios y cursos de especialización que imparten el Cisen, el Centro de Estudios Superiores Navales en las maestrías en seguridad nacional y en seguridad de la información; así como en la Escuela Superior de Guerra y otros centros de capacitación castrense de la Secretaría de la Defensa.
El creciente interés desde la academia por el presente y el futuro de la inteligencia mexicana también se observa en el auge de cátedras que instituciones formadoras de cuadros para la administración pública abren al público para socializar la información sobre inteligencia a la que, hasta hace poco tiempo, era prácticamente imposible acceder en el país.
Tal es el caso del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP), que a través de su Escuela Nacional de Profesionalización Gubernamental ofrece una especialización en seguridad nacional: proporciona a los participantes “la formación necesaria en inteligencia” para la seguridad nacional orientada a la formulación de estrategias y cursos de acción”.
El plan de estudios contempla la enseñanza del marco jurídico de la inteligencia para la seguridad nacional; el marco jurídico y competencias de las dependencias del gabinete de seguridad nacional; la reglamentación de los órganos de inteligencia en el mundo; estrategias de “segurización” por los estados nacionales, los organismos internacionales y los actores no estatales. También se estudia la Guerra Fría, conflictos, antagonismos, tensiones, riesgos y amenazas así como hipótesis de conflicto y guerra.
De acuerdo con la oferta del INAP, el estudiante poseerá herramientas de prospección que guíen la vocación estratégica del especialista en la materia. Para comprobar la adquisición de conocimientos en inteligencia, se redacta de forma colectiva una agenda de riesgos especializada.
El Módulo 5, titulado “Inteligencia para la seguridad nacional”, es el que más se centra en el objeto de estudio. Comprende nueve temas, entre ellos: orígenes, concepto y tipos de inteligencia; sistemas de información; sistemas de inteligencia; agendas de inteligencia, de la interpretación a la explicación y prospectiva; difusión del producto de inteligencia y contrainteligencia.
A la vanguardia
Bolivia socializa el conocimiento de la inteligencia desde las aulas de la Escuela Militar de Inteligencia. Ahí se imparte el Diplomado en Inteligencia Estratégica, cuyo objetivo general es “contribuir a la toma de decisiones en el marco de la seguridad, la defensa y el desarrollo nacional”. Aunque está dirigido a personal militar y policial, es accesible a todos los que posean una licenciatura y se promueve a través del Ilustre Colegio de Abogados.
El objetivo particular de esa especialización es formar personal profesional militar, policial y civil capacitado para asesorar en los procesos de decisión de instituciones públicas y organizaciones privadas a través de “la producción de inteligencia estratégica”, utilizando técnicas diversas de análisis de información y datos, así como análisis prospectivos. Sus docentes son civiles y militares.
En la República Bolivariana de Venezuela está la Escuela de Inteligencia de la Dirección General de Inteligencia Militar; depende del Ministerio del Poder Popular para la Defensa. Su misión es formar, capacitar, especializar y actualizar en forma integral al personal”, que se traduce en los funcionarios civiles operativos de esa dirección, así como los miembros del llamado Sistema de Inteligencia, para profesionalizar, mantener y generar doctrina de inteligencia en apoyo de las actividades de seguridad, defensa y desarrollo nacional.
El programa de estudios de la escuela contempla cursos de posgrado y especialización en: inteligencia básica, táctica, operacional y estratégica para los estudiantes del sistema de inteligencia militar y nacional, de los organismos de seguridad del Estado, y para los nuevos requerimientos de la administración pública de ese país.
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