“Muy cabrón”

“Muy cabrón”

Felipe Calderón hizo a un lado los imponderables –¿imponderables?–… sí, el desempleo, la inflación, los nuevos impuestos, la pérdida del poder adquisitivo del salario, el aumento a las gasolinas y la deuda, la recesión va, para adelantar su Navidad.

En su calidad de jefe nato de una nación bananera, hace dos lunes decidió mostrarle a los periodistas –aquellos encargados de cubrir sus actividades, conocidos como reporteros de la fuente– que en Los Pinos se desconoce el significado de palabras como crisis y recesión.

Con alegría desbordada invitó al casino del Campo Marte para agasajara a la fuente… y la fuente se sirvió. De todo hubo, como en botica, la taquiza fue en grande y las bebidas espirituosas también.

Puede asegurarse que el mariachi no desentonó, como no lo hizo el conjunto que ordenó llevar para amenizar. La noche fue memorable y ajena a las penurias del país: la peor crisis del México actual, peor incluso que la del 32 con el sonorense Abelardo L. Rodríguez.

Y les dieron la una, las dos y las tres… No, quienes asistieron dicen que –quizás por amor a las circunstancias y a la amistad, al calor de la noche otoñal– el festejo a los periodistas se prolongó hasta las seis de la mañana.

Con la candidez que llegan las fiestas decembrinas, ya en paz, a buen resguardo –si no en el olvido nocturno– Calderón olvidó que en México campean los carteles de la droga, al margen de lo que vendría con la muerte del capo Arturo Beltrán Leyva.

Calderón ha tenido el tino de resguardarse y olvidarse que, el 10 de diciembre del año pasado, en la misma fiesta navideña –pero más austera, con bocadillos y unas margaritas muy ricas, aunque sólo se prolongó hasta las tres de la mañana– él dijo, claro, fuera de libreta, que 2009 sería un año “muy cabrón”.

Pero quizás no estuvo tan campeón, porque la fiesta de 2009 se prolongó hasta las seis de la mañana, con barra libre también.

Fuente: El Periódico

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