martes, 27 de julio de 2010

La muerte lo rondó por internet



La muerte lo rondó por internet
Jenaro Villamil


MÉXICO, D.F., 23 de mayo (Proceso).- Desde el sábado 15, en los medios de comunicación, sobre todo en las redes sociales de internet, se barajaron tres posibilidades en torno al caso Fernández de Cevallos: homicidio, desaparición y secuestro. En ese marasmo, el gobierno federal reaccionó de manera contradictoria y el lunes 17 Televisa anunció que no difundiría más información al respecto, si bien dos días antes le había dedicado una emisión especial en el Canal 2.

Protagonista del escándalo que estalló por un comentario en Twitter el sábado 15, el expresidente nacional del PAN Manuel Espino dice a Proceso, entrevistado el jueves 20: el mensaje “fue distorsionado desde Los Pinos” para responsabilizarlo de los rumores que especulaban acerca de la muerte del político panista.

Agrega que desde las 10 de la mañana de ese día, reporteros de Ciudad Juárez y militantes del PAN le preguntaron si estaba enterado del rumor de que Fernández de Cevallos había desaparecido. Señala que al investigar se percató de que el diputado federal panista Javier Corral direccionó su cuenta de Facebook hacia un portal informativo de Querétaro donde se informaba del posible secuestro de Diego. A las 12 del día se comunicó con Corral, quien le dijo: “Al parecer está muerto y su cuerpo fue encontrado en un campo militar de Querétaro”.

Aunque este dato le preocupó, admite, no lo dio como un hecho; en el ambiente ya podía sentirse la rumorología. “A las 14:25 una twittera me preguntó qué sabía de lo de Fernández de Cevallos. Y le respondí: ‘Hay mucho rumor sobre la desaparición del Jefe Diego, me dicen que está muerto y el cuerpo en el campo militar de Querétaro. ¡Muy lamentable!’”.

Unos minutos después, afirma Espino, el periodista José Cárdenas le hizo la misma pregunta y él respondió con palabras casi idénticas. Cárdenas y otros reporteros le comentaron que el PAN era un búnker donde no se confirmaba ni rechazaba ninguna versión.

A las 13:44 horas, Reforma on line divulgó la “desaparición” de Fernández de Cevallos y ubicó sus fuentes en la delegación de la PGR en Querétaro.

Al comparar ambas versiones, la mayor parte de los twitteros coincidió en que Espino había confirmado la muerte del Jefe Diego. “¿Cuál fue mi error?”, se pregunta el expresidente del PAN. “Creo que compartir en una red tan abierta una serie de versiones que luego se distorsionaron”, admite.

Entonces intentó deslindarse y argumentó que sólo el Ministerio Público podía confirmar los sucesos ocurridos en el rancho de Fernández de Cevallos.

En cinco entrevistas telefónicas precisó su versión. Habló con Carmen Aristegui; con MilenioTV; con Alejandro Cacho, de Televisa; con Radio Trece y con el noticiero radiofónico de José Cárdenas.

Aunque en MilenioTV el expresidente del PAN pidió una disculpa pública por el malentendido, le siguieron atribuyendo la versión del homicidio.

–Me doy cuenta de que se usó mi mensaje para distorsionar la información.

–¿Quién la distorsionó?

–Me dicen que la orden vino desde Los Pinos. En varias ocasiones he acusado a Los Pinos de manipular mis mensajes.

El jueves 20, a casi una semana de la desaparición de Fernández de Cevallos, Espino mandó otro mensaje en Twitter:

“Innecesario descartar narco en caso DFC (Diego Fernández de Cevallos), si gobierno federal ha dicho tener información. Espero no manipulen tema ni haya línea a medios”.

De esta manera, Espino cuestiona las afirmaciones del presidente Felipe Calderón a la cadena estadunidense CNN en el sentido de que no había evidencia de que se tratara del crimen organizado ni de un secuestro.

“¡Son líneas de investigación! ¿Por qué las descarta el presidente?”, reclama airado el polémico exdirigente nacional del PAN.



La censura y Televisa



El mismo sábado 15, a las 22 horas, en el canal 2 de Televisa, el de mayor audiencia en toda la televisión abierta, se transmitió un segmento de “últimas noticias”. El reporte sólo tuvo un tema: el caso Fernández de Cevallos. A cuadro, Joaquín López Dóriga mostró imágenes del rancho La Cabaña, de Querétaro, y leyó los tres boletines de la PGR. Sin citar la fuente, desmintió las “versiones” que habían proliferado sobre la posible ejecución del político.

El martes 18, en su columna publicada en Milenio Diario, el conductor del principal noticiario de Televisa apuntó:

“La del sábado fue una jornada frenética en la casa presidencial, histérica en algunos medios y entre ciertos actores políticos y mediáticos y angustiosa para la familia Fernández de Cevallos.

“Los primeros informes sobre la desaparición de Diego llegaron a Los Pinos horas antes de la salida del presidente Calderón a Santander, como parte de la gira que lo llevará a Washington, donde mañana inicia una visita de Estado. El presidente recibía la escasa información con la que se contaba. Diego estaba desaparecido, sin saberse nada más, si estaba vivo o muerto”.

Unas horas antes, en el noticiero del lunes 17, el mismo López Dóriga leyó en la pantalla un comunicado de Noticieros Televisa en el que anunciaba que “por respeto a la vida” de Fernández de Cevallos se había tomado la decisión de “no volver a informar de este caso hasta su desenlace”.

En el insólito documento se indica que anteponer la vida de Fernández de Cevallos al ejercicio periodístico “no ha sido una decisión fácil, pero sí una decisión firme”.

Entre el martes 18 y el miércoles 19, el aviso de la autocensura de Televisa produjo un escándalo en los medios informativos. La agencia española EFE reportó que “la decisión de Televisa generó una ola de críticas en la prensa de Estados Unidos”, donde Calderón iniciaba el miércoles una visita oficial.

La autocensura más bien se convirtió en un expediente de censura. Desde Los Pinos se ordenó a todos los voceros de la PGR y de la Secretaría de Gobernación que no se volviera a hablar del caso. A los “columnistas amigos” también se les solicitó que ya no se especulara sobre la posible muerte o secuestro del excandidato presidencial.

Para bloquear la información sólo se requería un pretexto y éste fue el comunicado leído por el exprocurador general y socio de Fernández de Cevallos Antonio Lozano Gracia, quien a nombre de la familia agradecía “todas las manifestaciones de apoyo y solidaridad recibidas”, además de hacer “un llamado a las personas que retienen al licenciado Diego Fernández de Cevallos a que entablen comunicación en aras de negociar su liberación”.

Un día después de anunciar su silencio, Televisa dedicó el programa Tercer Grado a explicar la decisión de “autocensura”. El director de Noticieros Televisa, Leopoldo Gómez, afirmó que en su empresa “nunca cubrimos secuestros en curso, salvo cuando la familia lo anuncia”, como en el caso Paulette.

Además, el funcionario explicó que la cobertura especial del sábado 15 se debió a que “los medios cibernéticos” difundieron muchas versiones que “no eran ciertas”. “Habiendo hecho ese programa especial, tomamos la decisión de no cubrir el caso. ¿Por qué lo explicamos? Porque 24 horas antes hicimos un programa especial… No todos estuvimos de acuerdo con la posición”, afirmó Gómez.

La actitud de Televisa generó inconformidad y críticas en las redes sociales, así como en las columnas periodísticas. El diputado federal panista Javier Corral, crítico del monopolio televisivo, escribió en Twitter: “Ahora resulta que Televisa sí tiene código de ética informativa con el caso Diego y por qué no fue igual con el caso Paulette”.

El único que no ha dejado de mencionar el caso ha sido el propio presidente Felipe Calderón. Sus intervenciones han sido contradictorias. En España habló de “secuestro” y “desaparición”, casi al mismo tiempo, mientras que su homólogo español, José Luis Rodríguez Zapatero, siguió la línea de argumentación de su colega mexicano y afirmó:

“Sé que es un amigo y un hombre de gran importancia, de gran relevancia política en México. Deseamos su pronta liberación. Condenamos la criminalidad, condenamos los secuestros y estamos muy cerca de México y de su presidente en esa lucha ejemplar que está llevando a cabo”.

Calderón volvió a referirse al caso durante su entrevista con la cadena estadunidense CNN, el miércoles 19, el mismo día que se dieron órdenes en la PGR, en la procuraduría de Querétaro y en la Secretaría de Gobernación de no mencionar más el tema:

–Se dice que lo secuestraron para enviarle a usted un mensaje –le plantearon a Calderón.

–Los criminales me envían mensajes muy claros por otras vías. Creo que es un caso sumamente delicado. Par mí es muy triste porque Diego es un buen amigo mío, es un buen amigo de mi partido.

“Pero no hay evidencia de que esta situación esté vinculada con el crimen organizado. No hay evidencia de que se trate de un secuestro porque, de acuerdo con la investigación, no tenemos evidencia”.

Por su parte, el expresidente Carlos Salinas de Gortari, amigo de Fernández de Cevallos desde su gobierno, definió lo ocurrido como “una desaparición forzada”.

Entrevistado al final de su participación en una conferencia con la Sociedad de Alumnos de la Universidad Panamericana, afirmó: “Esta desaparición forzada resulta preocupante; lo más importante es que Diego Fernández de Cevallos se encuentre bien. Sus amigos estamos cerca de su familia.

“Al mismo tiempo me parece que es importante decir que nadie debe celebrar un delito; me parece que el país no debe estar secuestrado por el discurso de la polarización y todos, creo, debemos tener una expresión por el regreso de Diego Fernández de Cevallos”.


Fuente: Proceso
Difusión AMLOTV

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