Las reuniones del Presidente con los partidos políticos estuvieron cerca de lo patético. De nuevo quedó en evidencia por qué los partidos tienen una baja credibilidad y hasta cierto punto repudio.
Los Diálogos por la Seguridad han resultado ser multiusos. Por una parte, le han servido al Presidente para impulsar su propuesta de diálogo nacional, y por otro lado le han servido para conocer directamente lo que se piensa sobre su estrategia de seguridad, la llamada “guerra”. Las reuniones han sido desiguales. Los encuentros más rescatables fueron los que han protagonizado los especialistas, la llamada sociedad civil, y en algún sentido el de los gobernadores.
Las reuniones del Presidente con los partidos políticos estuvieron cerca de lo patético. De nuevo quedó en evidencia por qué los partidos tienen una baja credibilidad y hasta cierto punto repudio. Se dedicaron, en la mayoría de los casos, a quejarse. No quedó claro a qué fueron el PRI y el PRD si en el fondo no estaban de acuerdo con la reunión. El colmo sería que hayan ido porque no les quedaba de otra.
El caso del PRD está ya cerca de ser para psiquiatra. Su presidente se dedicó a reclamar. No llevaba ni cinco minutos de terminada la reunión cuando una de las tribus del partido pidió su renuncia. El motivo: sentarse con el “espurio”. Jesús Ortega debió haber cuidado las formas, si ya le iba a dar la mano a Calderón se la debió dar bien y no como apareció en las fotografías de los diarios. Quizá fue un solo momento el que captaron los fotógrafos y fue la de malas, pero invariablemente hay que estar “a las vivas”.
La otra parte del PRD que es para psiquiatra es la que tiene que ver con López Obrador. El PT no acudió al encuentro porque no reconoce a Calderón, en tanto que el PRD, partido al cual pertenece AMLO y al cual postuló directamente como su candidato a la Presidencia, terminó por sentarse con el “espurio” en el Campo Marte.
El PRI optó por entrarle también al terreno de los reclamos. Se siente agraviado por la lamentable ejecución de su candidato a gobernador en Tamaulipas, en un país en donde casi todos, con razón, se sienten agraviados. El PRI sigue con sus cuentas alegres sobre el 2012 y la mayoría de sus pasos van por esta ruta.
El PAN poco o nada aportó. Su presidente, el cual actúa como una extensión de Los Pinos, igualito al PRI al que tanto criticaban, lo único que hizo fue repetir lo que se dice desde la Presidencia. Al día siguiente, por cierto, César Nava trató de atemperar los ánimos entre Calderón y Fox y por supuesto que no lo logró. La discusión sobre la legalización de las drogas es algo menor, lo mayor es prevalecer con su candidato hacia el 2012.
De las discusiones sobre seguridad la de los partidos fue la más olvidable. A estas alturas los partidos siguen con la idea de que pesan más allá de lo que les dan las determinaciones legales y no quienes supuestamente representan. Perdieron la oportunidad de enfrentar públicamente al Presidente en un asunto que ha transformado al país. En su cara Calderón les dijo que “vamos ganando la guerra 8 a 1” y se quedaron como si nada.
¡OOOUUUCHCHCH! Tres inteligentes mujeres discutieron con conocimiento de causa el miércoles la Ley Arizona en el Canal del Congreso. La embajadora Olga Pellicer, la senadora Rosario Green y la periodistas Rossana Fuentes Berain ofrecieron innumerables pistas. Coinciden en que “esto está feo y se va a poner peor, por lo menos en los próximos 24 meses”. Próximo domingo y lunes a las 10 de la noche, en el Canal del Congreso.
Fuente: El Universal
Difusión AMLOTV
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