sábado, 14 de agosto de 2010

Pobreza y persistencia del campesinado/VIII



Economía Moral
Pobreza y persistencia del campesinado/VIII
Hacia una teoría del valor válida para procesos de trabajo discontinuos
Julio Boltvinik

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Hoy presento una respuesta a la pregunta que formulé al final de la entrega anterior (06/08/10): ¿qué pasa cuando en la teoría del valor de Marx se introduce la realidad de trabajo discontinuo en la agricultura? En el Libro Segundo de El Capital, Marx aborda el proceso de circulación del capital e introduce la distinción entre tiempo de trabajo y tiempo de producción que, en el caso de la agricultura, e la otra cara de la moneda de la estacionalidad del trabajo que, como he venido sosteniendo, es para mí la causa principal de la pobreza y persistencia del campesinado. Lo más famoso del Libro Segundo son, sin embargo, el esquema de reproducción simple (ERS) y el de reproducción ampliada. Me apoyaré en ERS para responder la pregunta planteada. Si bien en éste Marx supone la ausencia de acumulación de capital, lo cual deja de lado un rasgo esencial del capitalismo, el esquema permite apreciar la lógica básica de reproducción del sistema capitalista.

Para formular el ERS Marx divide la economía en dos sectores: el sector I, productor de medios de producción, y el sector II, productor de medios de consumo. En cada uno de ellos, el valor total de la producción obtenida es igual a la suma del capital empleado y la plusvalía generada (P). Marx divide el capital empleado en constante (C) y variable (V). C representa la parte del capital invertido en medios de producción: maquinaria, edificios, materias primas y auxiliares una parte de cuyo valor se limita a transferirse al producto en el periodo de estudio, digamos un año, lo que explica que le llame constante. Por su parte, V es el monto invertido en contratar fuerza de trabajo, componente del capital al que Marx le llama variable porque la fuerza de trabajo es una mercancía cuyo valor de uso es fuente de valor y, en las condiciones técnicas del capitalismo, de valores superiores del que ella misma tiene. Por tanto, el valor total (W1) del producto de la rama I es igual a C1 + V1 +P1, y el de la rama II es W2= C2+V2+P2. W es por tanto la suma de W1 y W2, C la suma de C1 y C2 y así también V y P. Cada letra tiene un doble significado: Por un lado, expresa una parte del valor del producto (por lo que, desde esta perspectiva, W es la oferta total) y, por otro lado expresa los ingresos de alguien (V de los trabajadores, P de los capitalistas, y C el ingreso que se usa para la reposición del capital desgastado o usado); es decir, en este significado W expresa la demanda total. Nótese que, por definición, la oferta y la demanda totales son iguales, como en la contabilidad nacional, en la cual el ingreso nacional es igual a la suma del consumo y la inversión. Marx supone, en el ERS, que tanto los trabajadores como los capitalistas dedican todo su ingreso (V+P) para comprar medios de consumo y que el ingreso que C representa se usa completamente para reponer el uso o desgaste de C. El sistema, por tanto, está en equilibrio y la producción de valor se mantiene constante en el tiempo. Además, para que no haya desproporcionalidad entre los dos sectores de la producción, C2 debe ser igual a la suma de V1 y P1 (C2 = V1+P1)1 ya que el sector II de medios de consumo necesita comprarle al sector I, de medios de producción, lo necesario para reponer su desgaste de medios de producción (C2), mientras los capitalistas y trabajadores del sector I necesitan comprarle medios de consumo a la rama II por una cantidad equivalente a su ingreso (V1 +P1).

A pesar de lo señalado respecto a lo ajeno que resulta el ERS para el capitalismo, muestra cómo se reproduce el capital. Pero no muestra cómo se reproduce la fuerza de trabajo. Los seres humanos deben satisfacer sus necesidades trabajen o no trabajen. Por ello, como lo mostré en la entrega anterior con la larga cita del capítulo IV del Libro Primero de El Capital, la reproducción no sólo incluye a quienes trabajan a cambio de un salario sino también a sus hijos (y a sus cónyuges que cuidan a los menores y llevan a cabo el trabajo doméstico, aunque en el pasaje citado Marx los olvida). Ahora bien, en principio, si la fuerza de trabajo se paga por su valor y si el trabajo es continuo (se trabaja todo el año, salvo un día de cada semana y otros feriados que, sin embargo, se pagan sin trabajar) la reproducción del capital conlleva también la de la fuerza de trabajo (y sus familias). Pero si el trabajo no es continuo, como ocurre en la agricultura, la reproducción del capital no conlleva la de la fuerza de trabajo. Si la agricultura es capitalista, como tiene que ser en el ERS (que es un esquema en el cual el capitalismo es la única forma de producción), el valor de la fuerza de trabajo en el sector II (medios de consumo), donde podemos ubicar a la agricultura, no será suficiente para la reproducción de la fuerza de trabajo. No se podrá cumplir con lo que dice Marx: “Si el propietario de la fuerza de trabajo ha trabajado hoy, es necesario que mañana pueda repetir el mismo proceso bajo condiciones iguales de vigor y salud”. Cambie el lector hoy por en la siembra, y mañana por en la cosecha y verá que en el trabajo estacional no se cumple esta condición, pues al término de la siembra carecerá de medios para subsistir hasta la cosecha (véase en la gráfica la duración de este periodo). No habrá, por tanto, fuerza de trabajo disponible para tal tarea: la que sembró habrá fallecido.

El ERS requiere una 3ª ecuación que establezca la condición de reproducción de la fuerza de trabajo durante todo el año (365 días) en términos del valor anual de los medios de vida del número de trabajadores (T) y en cada sector T1 y T2. Llamemos v al valor diario de la fuerza de trabajo. Entonces V es igual al producto de v por 365 días y por T: V = V1 + V2= v365T. Esta tercera ecuación, necesaria para que el capitalista encuentre a quien explotar en cada ciclo productivo, niega la teoría del valor que señala que el valor de una mercancía es igual al tiempo de trabajo socialmente necesario incorporado en ella. Es decir, la tercera ecuación, necesaria, es también imposible. Esta imposibilidad parece el derrumbe de la teoría del valor que sería incapaz de tomar en cuenta la realidad del trabajo estacional en la agricultura, a menos que la modifiquemos para que el tiempo de trabajo incorporado a la mercancía sea no sólo el trabajo vivo incorporado por el trabajador en los días que trabaja, sino también el valor de su fuerza de trabajo durante los días en que no trabaja cada año. Durante los días que no trabaja no genera nuevo valor, pero el valor de los medios de subsistencia que consume, los traspasa a la mercancía que produce al trabajar, actuando como capital constante, como la máquina o el animal de tiro. En la próxima entrega explicaré que esta modificación lleva a una teoría general del valor.

1 Paul Sweezy (Teoría del desarrollo capitalista, Fondo de Cultura Económica, 1945, p.101) deriva esta condición de dos ecuaciones obvias de equilibrio: 1) Para que se venda toda la producción de medios de consumo, dado el supuesto de que capitalistas y trabajadores dedican todo su ingreso a consumo, el valor total del sector II debe ser igual al ingreso de capitalistas y trabajadores de ambos sectores, es decir: C2+V2+P2= V1+P1 + V2+P2; y 2) Para que se reponga sola y exactamente el capital desgastado o usado en al producción, éste (C1+ C2) debe ser igual al valor de la producción del sector I (C1+V1+P1), es decir C1+C2 = C1+V1+P1). Eliminando de ambas igualdades los términos que están en ambos lados del signo igual, se llega a una sola condición, que es la referida en el texto: C2= V1+P1

jbolt@colmex.mx


Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV

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