miércoles, 9 de febrero de 2011

Aristegui pide su reinstalación; mi despido, un berrinche presidencial, asegura


Aristegui pide su reinstalación; mi despido, un berrinche presidencial, asegura
Jenaro Villamil


MÉXICO, D.F. 9 de febrero (apro).- La periodista Carmen Aristegui calificó como falso que el motivo de su salida del noticiero Primera Emisión de MVS haya sido la violación a un código de ética y aseguró que su despido se debió "al desahogo absurdo de un berrinche presidencial”.

Tres días después de su abrupta separación de ese espacio radial, la comunicadora afirmó, en conferencia de prensa, que su cese fue un acto de presión de la presidencia de la república que le exigió a los dueños de MVS, no a la periodista, una disculpa por la pregunta lanzada al aire el 4 de febrero.

“Reconozco que el cuestionamiento era duro pero no irrespetuoso” subrayó Aristegui al hacer referencia a la pregunta que formuló el pasado viernes de si el presidente Felipe Calderón tiene o no problemas de alcoholismo.

“Este es un asunto de interés público” se defendió la periodista al leer este mediodía un extenso comunicado en el cual consideró que su salida constituye “un hecho autoritario, desmedido, sólo imaginable en las peores dictaduras”.

Aristegui calificó en cuatro ocasiones como una “coartada” la versión de que violó el código de ética y le lanzó un desafío a Joaquín Vargas, el concesionario de MVS.

"Solicito a MVS que reconsidere mi despido. El país no está para perder los espacios que hemos ganado", dijo.

"Joaquín Vargas sabe perfectamente que yo no infringí ningún código de ética, sabe lo que sucedió, que fue una coartada, sabe, porque lo sufre todos los días, de las razones verdaderas, de esta decisión que está a punto de cortarnos la cabeza y digo a punto porque le planteó una salida digna, decorosa e inteligente, ya sabrá si la toma: Le digo a MVS que no le demos gusto a los que saborean este fracaso", destacó.

"Este hecho no se lo merece la familia Vargas, de situarlos en una disyuntiva perversa donde tienen que calibrar como grupo empresarial qué les cuesta más frente al Gobierno y poderes que lo presionan, si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz, no se lo merece el País".

Y cuestionó: "Que clase de democracia es esta que por un comentario editorial que irritó al gobernante se le corta la cabeza a quien opinó. Por qué desde el poder político pueden llevar las cosas al extremo escalando el conflicto deliberadamente hasta lograr hacer las cosas imposibles tanto al empresario como a la periodista ocasionando la ruptura", dijo Aristegui.

"La pregunta es cómo es que pudieron elevar desde Los Pinos el grado de exigencia pidiendo casi la humillación sobre un hecho absolutamente sobredimensionado".

Y remató: "Lo sucedido entre el viernes y el fin de semana entre Los Pinos y en las oficinas –no sé si también en otras, La Destilería o en el Meridien-- es algo que no se merece nadie, que nos daña a todos y que para lo único que va a servir es para el desahogo absurdo de un berrinche presidencial"

(Es algo que) no se lo merece un grupo de profesionales que están haciendo su trabajo, no se lo merecen las audiencias, no se lo merece la familia Vargas porque ha sido colocada en una disyuntiva perversa, en donde tiene que optar, como grupo empresarial... qué pesa más y por eso lo presionan: Si la cabeza de Aristegui o la banda de los 2.5 gigahertz. (Eso) no se lo merece el país".

En otra parte de su extenso comunicado, Aristegui subrayó que esta situación es el resultado de que los empresarios de medios de comunicación sean sometidos a presiones indebidas y de que exista un modelo de concentración monopólica en los medios de comunicación que beneficia a empresas como Televisa.


Fuente: Proceso
Difusión AMLOTV

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