Ganar la elección en 2000, único logro de Fox: EU
Dejó intactas las viejas estructuras, crítica en cables
Los documentos analizan defectos del ex presidente
Blanche Petrich
Periódico La Jornada
Sábado 12 de febrero de 2011, p. 2
La embajada de Estados Unidos despidió el sexenio de Vicente Fox describiéndolo como lejos de la perfección, en el cable 83079 de Wikileaks. Se trata de un amplio documento de evaluación, en el que además de las opiniones de los funcionarios de la representación diplomática se citan las de observadores políticos mexicanos y estadunidenses. Algunos coinciden en señalar que el mayor y único logro de Fox fue ganar la elección de 2000.
A pesar de que durante su gobierno no logró reformas legales importantes, la historia tratará amablemente al primer presidente panista, gracias a su prestigio como hombre bien intencionado, observa el análisis, que enumera diversos defectos del ex mandatario.
El sexenio de Fox marca el inicio de un periodo de transformación que rompió la vieja liga entre la Presidencia y el PRI; sin embargo, el gobernante de la alternancia dejó intactas las viejas estructuras y no consiguió impulsar las modificaciones necesarias en instituciones políticas y judiciales obsoletas para hacerlas más eficaces.
Según la embajada, el Instituto Federal Electoral, el Banco de México y la Suprema Corte de Justicia de la Nación son las únicas instituciones que parecen estar listas para esta etapa de la joven democracia mexicana. Pero Fox debilitó el poder presidencial a tal grado, que a final de cuentas puso un candado a su gestión.
Electo como un reformador, muchas de sus propuestas –las iniciativas de reforma laboral y fiscal, entre otras– fueron derrotadas ante la falta de cooperación entre el Ejecutivo y las fuerzas políticas.
Fox no tuvo estrategia de gobierno ni visión, experiencia o habilidad política. Ni el país ni sus políticos estuvieron a la altura de la apertura que produjo la derrota del PRI, partido que percibió la debilidad del nuevo presidente y lo desafió en cada oportunidad.
En sus seis años en el poder, Fox encabezó pocas iniciativas propias. No propuso nuevas políticas económica, energética o social. Logros como la ley de transparencia, el mantenimiento de la estabilidad económica o la implementación de programas sociales como Oportunidades fueron iniciativas externas y con frecuencia continuación de políticas anteriores.
El meollo de la animadversión que reflejan los analistas políticos de la embajada estadunidense parece originarse en la indecisión del gobierno mexicano a la hora de respaldar a Estados Unidos a raíz de los ataques del 11 de septiembre de 2001, aunque reconocen que sí hubo respuesta inmediata a las solicitudes de Washington para dar prioridad a la cooperación contraterrorista, con énfasis en la seguridad fronteriza y el tráfico de extranjeros.
El análisis ubica el mayor fiasco de la política exterior mexicana en una de las líneas que impulsó Jorge Castañeda Gutman como secretario de Relaciones Exteriores.
México abrió la caja de Pandora al centrarse en el tema de la migración en lugar de mantenerlo de bajo perfil, según expresó un conocido analista político a los funcionarios de la sección política.
Castañeda también erró al insistir en que el país asumiera un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU en un momento en el que México no tenía bien definidos sus intereses nacionales, lo que llevó a la representación mexicana a tener desacuerdos con Washington.
La decepción
El desacuerdo más importante que se tuvo en esa etapa en Washington fue el voto del gobierno mexicano en el Consejo de Seguridad en contra de la acción militar unilateral de Estados Unidos en Irak en 2003. El texto incluye la opinión del propio Castañeda Gutman. Cree que ya era tiempo que México asumiera un perfil más alto, pero el gobierno de Fox tenía que comprender mejor lo que estaba en juego en el escenario global.
Las exageradas expectativas de México y Estados Unidos sufrieron una decepción cuando Vicente Fox vaciló ante el cambio del clima global después del 11 de septiembre, señaló la embajada del país vecino. Imagen de archivoFoto Fabrizio León
En conclusión, la misión diplomática consideró que si bien bajo el gobierno foxista México se acercó a Estados Unidos, las exageradas expectativas de las dos partes sufrieron una decepción cuando Fox vaciló ante el cambio del clima global después del 11 de septiembre.
A pesar de la baja calificación otorgada al sexenio foxista, la evaluación de la embajada reconoce que se lograron sistematizar varios rubros de cooperación de las autoridades mexicanas con instituciones estadunidenses en áreas de seguridad.
Por ejemplo, como resultado de la cooperación de la Procuraduría General de la República, la Agencia Federal de Investigaciones y la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada con agencias estadunidenses, fueron detenidas 19 personas definidas como objetivos de la DEA de primer y segundo nivel.
Registra también las acciones que se implementaron bajo el acuerdo bilateral de asociación fronteriza firmado en 2002 (que más adelante se incorporó en la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte). Una de ellas fue el establecimiento de un sistema de monitoreo de pasajeros (Advance Passenger Information System, APIS) en 2004, que permite intercambiar información en tiempo real a los dos gobiernos sobre viajeros percibidos como amenazas potenciales. Esto permitió la captura de cerca de 50 fugitivos.
También se implementó en 2005 un operativo contra traficantes de personas (Operation Against Smugglers Initiative on Safety and Security, OASSIS). Estados Unidos entregó a México 497 casos; el gobierno mexicano aceptó persecuciones contra 300 de ellos.
En la evaluación se destaca la buena relación de las instancias policiacas estadunidenses con el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y el Instituto Nacional de Migración, y el incremento en los indicadores de acciones antinarcóticos (erradicación de cultivos y captura de cargamentos) en el periodo foxista, mayor en comparación con el de Ernesto Zedillo.
El lavado de dinero, sin embargo, es un campo en el que debería haber más avances –dice el cable–; específicamente nos gustaría ver cambios en los marcos legales para que la Secretaría de Hacienda pueda perseguir estos delitos.
A pesar del promisorio arranque del sexenio, el resultado en materia de respeto de derechos humanos fue modesto, concluyen los analistas de la embajada. En cuanto a los avances democráticos, estiman que los comicios de 2006, controvertidos y sujetos a numerosas acusaciones de irregularidades, erosionaron la imagen de credibilidad de las instituciones electorales que en 2000 fueron consideradas modelo mundial.
Finalmente lamentan que el buen arranque del sexenio, con la firma y adopción de varios tratados internacionales en materia de derechos humanos y combate al tráfico de personas, no se reflejara en una mejor situación interna. Sobre todo, especifican, prevalece el contrabando de inmigrantes que, según se denuncia, involucra a funcionarios de todos los niveles de gobierno.
Fuente: La jornada
Difusión AMLOTV
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