Aseguran en comunicado que sólo 10 habitantes han decidido pactar tras presiones de la CEA
JUAN CARLOS G. PARTIDA
El movimiento ciudadano que busca salvar Temacapulín, Acasico y Palmarejo de la inundación que provocará la presa El Zapotillo en esas tres comunidades ubicadas en los Altos de Jalisco, se desligó de supuestos actos violentos que en fechas recientes se han dado contra pobladores que han aceptado la reubicación o vendido sus predios y lo calificó de un “nuevo y extraño ataque mediático” que tergiversa acontecimientos y etiqueta la lucha.
El fin de semana en Temacapulín se realizó un festival cultural y deportivo al que acudieron músicos y atletas de Zapotlanejo, León, Guadalajara y Aguascalientes y de acuerdo al Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, justo al inicio de la celebración se desataron rumores para manchar la lucha que han mantenido de forma pacífica desde cinco años atrás en oposición a la presa.
“Aclaramos que dichos actos son enteramente ajenos a quienes encabezamos la defensa del territorio, de la historia y cultura como resultado de la imposición de la presa El Zapotillo construida por la Comisión Estatal del Agua (CEA), la actual administración panista de Jalisco y la Comisión Nacional del Agua (Conagua)”, señalaron a través de un boletín.
Recordaron que la exitosa caravana Agua y paz para todos y para siempre que se realizó dos semanas atrás y que se hermanó con el movimiento Paz con justicia y dignidad de Javier Sicilia, hizo aflorar también los ataques centrados ahora en un pleito personal entre dos mujeres que habitan Temacapulín, al que han buscado dar el giro de que se ataca a los pobladores que ya aceptaron la reubicación según la nota aparecida en el noticiero local de Televisa.
“Nosotros sí conocemos el nombre y apellido de quienes presionados por la CEA y el responsable directo de las negociaciones financieras, Héctor Castañeda, han decidido pactar. Sabemos que sólo se trata de 10 personas, ni siquiera el famoso 50+1 que sostienen tener. Y lo que la comunidad ha determinado desde hace años es respetar su decisión, incluirlos permanentemente en la lucha y hacerlos conscientes de que a pesar de haber negociado, están en su derecho de decir no a la presa”, agrega el comunicado.
Señalaron que la resistencia a la presa durante seis años ha incluido enfermedades, muertes, estrés, agobio, momentos difíciles, cansancio, inestabilidad económica, amenazas, hostigamiento y persecución judicial “pero jamás se ha aceptado ni promovido la violencia interna, comunitaria, linchamiento o quiebre familiar”.
En tanto, la Conagua a través de su delegado, Raúl Antonio Iglesias, insistió en la necesidad de terminar el embalse en El Zapotillo para así bajar la presión que significa extraer agua al lago de Chapala para abastecer Guadalajara.
Según Iglesias aprovechar el río Verde a través de las presas El Zapotillo y Purgatorio darían una seguridad de abastecimiento de 25 años a la capital jalisciense y su zona conurbada por hasta 5.6 metros cúbicos por segundo adicionales a lo que ya se extrae de Chapala, lo que permitiría en una crisis del lago continuar con el abasto de agua desde los embalses artificiales y permitir la recuperación de los mantos freáticos en la zona metropolitana tapatía.
Fuente: La Jornada de Jalisco
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