ROSALÍA VERGARA
MÉXICO, D.F., (apro).- El sindicato minero recordó a los dos trabajadores asesinados en la siderúrgica Sicartsa, luego de un enfrentamiento con policías que rompieron una huelga, durante la administración del panista Vicente Fox.
Los hechos, recordaron, se desarrollaron durante la madrugada del 20 de abril en el puerto industrial ubicado en el municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán. En medio de la violencia, fallecieron Mario Alberto Carrillo y Héctor Gómez Álvarez.
Su muerte, dijeron oradores en los actos conmemorativos de la gesta obrera, no fueron en vano ya que fortalecieron la conciencia de clase de los trabajadores.
A los diversos actos acudieron miles de trabajadores de las Secciones 271, 274 y Fracción 1 de la Sección 271 del Sindicato Nacional de Mineros que dirige el compañero Napoleón Gómez Urrutia, y pobladores de ciudad Lázaro Cárdenas.
Además, participaron miembros del Sindicato Unido de los Trabajadores del Acero de Estados Unidos y Canadá, United Steelworkers, encabezados por Jim Robinson, así como de la organización Unite de Inglaterra y de la Federación de Trabajadores Mineros del Perú y los petroleros de este mismo país.
La manifestación de duelo se inició a las 9 horas en el auditorio de la Sección 271 con una asamblea general en la que los asistentes ratificaron la condena a la represión del gobierno de Fox y defendieron la autonomía sindical y los derechos de los trabajadores.
Desde Canadá, en videoconferencia, Napoleón Gómez Urrutia recriminó al gobierno priista seguirse conduciéndose como las administraciones panistas.
Gómez Urrutia se refirió el pronunciamiento del secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, en el estado de Coahuila, que, en su opinión, fue muy desafortunado e irresponsable porque desconoce la autonomía y la libertad sindical, así como el derecho a la libre asociación de los trabajadores.
“Los sindicatos, agregó NGU, son de los trabajadores y son para defender los derechos laborales, y sus decisiones son de quienes los integran, no de las empresas ni de los gobierno. No deja de ser irónico que mientras los mineros mexicanos tienen un enorme reconocimiento mundial no pueden tener cordialidad con el gobierno del país, y que el secretario del Trabajo siga avalando la conducta reprochable y caprichosa de unos cuantos empresarios miserables que se han dedicado a explotar la mano de obra y los recursos naturales del país”, indicó Napoleón.
La huelga en Sicartsa iniciada el 2 de abril de 2006 tuvo el episodio de esa represión de las fuerzas armadas federales y estatales.
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