México cayó al lugar número 133 entre 168 países, en los indicadores de paz en el país, advirtió Steve Killelea, al presentar el estudio 2013 del Instituto para la Economía y La Paz, lo que se refleja en los niveles de corrupción, que ubica al país en los últimos sitios a nivel mundial, la impunidad de quienes cometen un crimen y la debilidad del sistema judicial.
El empresario australiano -el tercero en el mundo que destina mayores recursos a proyectos sociales- conviene sin embargo que México es al mismo tiempo el país que mayores posibilidades tiene para revertir esta situación, gracias, entre otros, a la confianza que genera para atraer inversiones, que derivarían en empleo y mejores condiciones de vida.
Al mostrar las estadísticas, Killelea subrayó que el impacto económico total de la violencia en México se estima conservadoramente en 333 mil millones de dólares por año, cantidad que representa el 27.7 por ciento del PIB nacional, por los efectos indirectos y directos en las víctimas -cifra que se acerca a la que dio hace unas semanas la secretaria de Salud Mercedes Juan Lopez.
Alertó sobre el hecho de que la policía registra también los niveles más altos de corrupción, con más del 90 por ciento, y que otras instancias que enfrentan al crimen, las Fuerzas Armadas, han mejorado al reducir esa percepción en más de un 50 por ciento.
Entre los estados con menores condiciones de paz, se encuentra Morelos, que se ubica en el último lugar entre todos los estados del país. Mientras que Campeche, Querétaro, Hidalgo, Yucatán, Baja California, Chiapas y Oaxaca se encuentran en los primeros lugares.
Señala además que, si bien no se puede asegurar que se trate de una tendencia, en los últimos dos años los niveles de paz han mejorado en el país.
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