MIGUEL CABILDO
Miguel Ángel Granados Chapa acusó al diputado priista Gerardo Sosa Castelán de manejar la ley a su antojo, y calificó de "aberrante" la sentencia en contra de Alfredo Rivera Flores, autor del libro La Sosa Nostra, gobierno y porrismo coludidos en Hidalgo.
Para el autor de la columna Plaza Pública, la sentencia de la Octava Sala, integrada por los magistrados Humberto Navarro Mayoral, Manlio Castillo Colmenares y la ponente María Albarrán Montaño, pone en riesgo la libertad de expresión en México.
En conferencia de prensa en Pachuca, Hidalgo, Granados Chapa sostuvo que el legislador priista Gerardo Sosa Castelán es un peligro para la sociedad hidalguense, porque sigue manejando la ley a su antojo y comprando las voluntades de los jueces y magistrados.
El columnista, recientemente galardonado por el Senado de la República con la medalla Belisario Domínguez, precisó que la resolución contra Rivera Flores por hacer pública la historia de la Universidad de Hidalgo a través de sus actores, que presuntamente le causó daño moral a Sosa Castelán, seguirá un proceso y se buscará la intervención de organismos internacionales, pues este caso tiene que ver con la defensa de la libertad de expresión.
Recordó que el libro pone al descubierto la etapa oscura que vivieron los hidalguenses cuando Sosa Castelán fungía como líder estudiantil de la Universidad Autónoma de Hidalgo.
Para Granados Chapa, La Sosa Nostra está viva y actuante, y es un peligro para la sociedad hidalguense.
En su opinión, la sentencia fue inducida por un factor ajeno al derecho, que obligó al juez de primera instancia y a los magistrados a torcer el derecho.
Subrayó:
"No sé qué fue, si dinero o presión política, pero no obraron en libertad para emitir esta resolución condenatoria en contra del autor del libro".
En su calidad de licenciado en Derecho, Granados Chapa consideró que la sentencia estuvo mal forjada y que el juez ni siquiera sabe redactar.
"No sabe aplicar el derecho y no sabe ni escribir", dijo.
El periodista, autor del prólogo del libro de Rivera Flores, y quien el año pasado fue exonerado de toda culpa en el proceso, sostuvo que Gerardo Sosa fracasó en su intento de que también él fuera condenado, al igual que al editor y el fotógrafo, así como Miguel Ángel Porrúa, librero editor.
"Sólo tuvo éxito mediante actos de corrupción en la condena a Rivera Flores", agregó.
Con estas exoneraciones, añadió, saltan a la vista las contradicciones del juicio, pues a Alfredo Rivera se le condena por decir lo que está plasmado en el prólogo, cuya autoría es auténticamente de Granados Chapa.
Lo que pretende Sosa, acusó el columnista, es dañar a Rivera Flores, pero eso no se va a permitir, pues está por encima de todo ello la defensa de los derechos de la sociedad de tener una información libre.
La abogada Perla Gómez adelantó que ya preparan un amparo federal tras la sentencia que emitieron los magistrados y el juez, con base en una demanda oscura e irregular, por lo que el caso podría llegar incluso a la Corte Interamericana.
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