* * El “seguro de desempleo” a cuenta del fondo de pensión del trabajador, no resuelve la protección de los desempleados y aleja la perspectiva de contar con una pensión y servicios médicos en el futuro señala
* La secretaria de Salud, Asa Cristina Laurell informa que excluye a 25 millones de mexicanos con empleo precario involuntario
* Detalla que 22 millones de cuentas de pensión pagan a las Afore sin tener ingresos
* Indica que el 70 por ciento de los asegurados viven en pobreza
La modificación a la Ley del Seguro Social que presentó el gobierno de usurpador, Felipe Calderón a la Cámara de Diputados es una demagógica, porque no resuelve la problemática de la protección de los desempleados en México e incluso aleja la perspectiva de contar con una pensión y servicios médicos en el futuro, afirmó la secretaria de Salud del Gobierno Legítimo de México, Asa Cristina Laurell.
Asa Cristina Laurell recordó que como parte de su “plan anticrisis” Calderón presentó el jueves pasado una iniciativa de modificación a la Ley del Seguro Social (LSS) a la Cámara de Diputados para permitir que los trabajadores despedidos saquen más dinero de sus Afores para sobrevivir durante 6 meses. Se presenta en la exposición de motivos como una iniciativa de un “seguro de desempleo” que no desincentiva a los trabajadores conseguir un empleo estable con prestaciones (sic). Habría que contemplar los siguientes datos.
Según fuentes oficiales, detalló, la Población Económicamente Activa (PEA) es de alrededor de 42.5 millones de personas (SHCP). De ellas 17 millones, en número redondos, están asegurados por algún instituto de seguridad social (INEGI) y 5 millones total o parcialmente desempleados (8.15 por ciento de los hombres y 14.28 por ciento de las mujeres). Es decir hay 25.5 millones de mexicanos fuera de la seguridad social y es insostenible plantear que sea por evadir el pago para gozar de las prestaciones sociales de un empleo regular, señaló.
Indicó que las Afores reportaron en febrero de 2009 que tenían 39 millones de cuentas registradas (CONSAR) pero con un máximo de 17 millones de cuentas activas (incluyendo al PENSIONISSSTE), es decir con cotización, y 22 millones inactivas. Este misterio administrativo parece deberse a que hayan trabajadores que tengan varias cuentas con pequeñas variaciones en sus datos personales y a que los trámites para unificarlas son infranqueables. Sin embargo, a todas las cuentas, sean éstas activas o inactivas, las Afore cobran una comisión sobre su monto que va del 1.17 al 3.3% (CONSAR).
Por ejemplo, detalló, si una cuenta tiene 100 mil pesos la Afore cobra entre mil 170 pesos y 3 mil 300 pesos se hagan depósitos o no. Es importante conocer que la llamada “densidad de cotización” media es de 45.4, lo que significa que, en promedio, los trabajadores sólo depositan dinero 24 de las 52 semanas del año.
Este comportamiento se debe a que el resto de las semanas no tienen un empleo con las prestaciones de ley y no a que evaden el pago. Adicionalmente es importante señalar que el 57 por ciento de los asegurados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ganan hasta tres salarios mínimos y otros, 13 por ciento obtienen cuatro salarios mínimos (Informe de Gestión IMSS, 2008). “Estos datos deben leerse a la luz de que se calcula que el límite de la pobreza son cinco salarios mínimos, o sea, 70 por ciento de los asegurados del IMSS son pobres”, manifestó.
Por otra parte, la secretaria de Salud añadió que debe señalarse que actualmente existe un consenso de que la mayoría de los trabajadores no podrán obtener con su fondo siquiera la pensión mínima garantizada de un salario mínimo cuando cumplan 65 años debido a la baja densidad de cotización, los bajos salarios y las altas comisiones.
“El Estado se verá entonces obligado a completar el fondo con recursos fiscales para cumplir con la LSS, tendrá que dedicar parte de los impuestos a este fin. Como se aprecia el esquema de capitalización individual con administración privada es un fracaso y ahora el gobierno quiere sacar más dinero de las cuentas de los trabajadores” señaló.
Mencionó que la modificación más importante a la Ley del Seguro Social, presentada por el Ejecutivo, consiste en incrementar el monto que los trabajadores puedan retirar de su fondo de pensión en el caso de perder su trabajo, esto equivale a que el trabajador se hace un préstamo asimismo disminuyendo el monto de su cuenta desde antes insuficiente para garantizar su pensión.
“No solamente disminuye el monto de su cuenta con este préstamo sino además el número de semanas cotizadas tal como se establece en al artículo 198. Esta disminución prolongará el tiempo de trabajo para acceder a los servicios médicos y a la pensión”, comentó.
Incluso, explicó que en un estudio del ITAM (Valencia) anterior a esta iniciativa concluye que el 58 por ciento de los trabajadores no podrán cubrir el tiempo mínimo de cotizaciones para una pensión de retiro y el 45 por ciento no tendrá acceso a la salud una vez concluida su vida activa. Con esta iniciativa incrementarán estos porcentajes.
Por otra parte, Asa Cristina Laurell explicó que los incrementos en dinero son bastante exiguos si se contrastan con la estructura de ingreso de los trabajadores que cotizan al IMSS y la baja densidad de cotización. La condición para retirar dinero de una cuenta que se abrió hace 3 años es tener 96 semanas de cotización que correspondería a una densidad de cotización de 63 porcentaje muy por encima del promedio sostuvo al señalar que en este caso el trabajador podría retirar la cantidad correspondiente a un mes de su salario base.
Asimismo explicó que la iniciativa establece que al haber abierto su cuenta hace 5 o más años, el trabajador tendrá derecho a retirar la cantidad que resulta menor de tres meses del salario base (15 días más que actualmente) o el 11.5 por ciento (1.5 por ciento más que actualmente) de la subcuenta de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez.
Expuso que precautoriamente la iniciativa señala que, en todo caso, el trabajador pudiera acogerse a lo que rige quien abrió su cuenta hace tres años y tenga 98 semanas de cotización; disposición que es una confesión de parte de que así será en la mayoría de los casos. Explica la iniciativa: “un trabajador que gana tres salarios mínimos recibiría en total 4 mil 932 pesos para paliar su pérdida de ingreso durante el periodo que tarde en colocarse de nuevo”.
“Si nos remitimos a la estructura salarial de los trabajadores cotizantes al IMSS esto quiere decir que el 23.5 por ciento de los trabajadores que cumplan con estos requisitos tendrían como tope esta cantidad repartido entre un máximo de seis meses lo que corresponde aproximadamente al 50 por ciento de su salario base; el 30.7 por ciento con un salario base de dos salarios mínimos recibirían 3 mil 288 pesos.
Por otra parte, la secretaria de Salud manifestó que la iniciativa presenta un ejemplo ilusorio de un trabajador con un salario base de 12 salarios mínimos (0.9 por ciento de los trabajadores) y cotización durante 9 años (el tiempo máximo de cotización es ahora 10.5 años) que recibiría 56 mil 722 pesos. Este cálculo es objetable en dos aspectos. Por una parte este trabajador tendría que tener más que medio millón en su cuenta para que los tres meses de su salario resultara menor al 11.5 por ciento de su cuenta. Por la otra esta cantidad sólo correspondería al 0.9 por ciento de los trabajadores.
“El Ejecutivo tiene la obligación de presentar junto con la iniciativa una calculadora para que los legisladores y los trabajadores puedan determinar cuál es el monto que le corresponde a cada trabajador dados su salario base, el saldo en su cuenta y el tiempo de cotización y cómo afectará su futura pensión. Sin esta calculadora es imposible verificar la autenticidad de los datos y transparentar el impacto de la iniciativa pero seguramente no se presente porque pondría a descubierto la demagogia de la propuesta”, indicó.
Por otra parte, advirtió que es falso sostener que las 39 millones de cuentas registradas con las Afores puedan acceder a un pago por desempleo, porque la mayoría de ellas tienen problemas en el registro de los datos personales del trabajador a parte de las dificultades de la unificación de las cuentas. De esta manera es de esperar que pocos trabajadores vayan a intentar hacer efectivo su autopréstamo y en todo caso serán aquellos que han mantenido estabilidad en su empleo que son generalmente aquellos que se encuentren en los niveles más altos de ingreso.
“La iniciativa de modificar la LSS no resuelve la problemática de la protección de los desempleados en México e incluso aleja la perspectiva de contar con una pensión y servicios médicos en el futuro. La situación que vivimos requiere de actos serios y eficientes, no de demagogia”, finalizó.
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