Los pobladores de San Salvador Atenco, organizaciones civiles, organizaciones sindicales y ciudadanos en general, se dieron cita para apoyar a la compañera Trinidad y sembrar la tierra de Ignacio Del Valle, preso político del régimen represor y asesino que nos desgobierna, como una muestra más de que la solidaridad y la unión hace la fuerza.
Un día antes, el 24 de mayo, el gobierno mandó un helicoptero a sobrevolar el poblado a baja altura. El propósito, infundir miedo a la población para que no realizara este acto. Pero ya la gente no tiene miedo. Los cerdos que nos desgobiernan nos han hecho ser rebeldes.
Para mi fue muy grato encontrarme con los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas y constatar que cada vez más organizaciones se unen a la lucha
Los presos políticos de Atenco, sentenciados injustamente hasta por 112 años, deberían ser los presos políticos de todos los mexicanos. ¿Hasta cuándo entenderemos que debemos unir nuestras luchas y participar como un sólo frente?
Tenemos que unir esfuerzos para poder derrotar a la mafia, piara y/o pandilla de delincuentes que nos desgobierna.
A continuación les presento el testimonio de las mujeres que sufrieron la represión en Atenco. Es indignante el trato que recibieron, y que siguen padeciendo, las y los compañeros de Atenco.
Si después de ver estos testimonios, sigues creyendo en la televisión y en los políticos prianichuchistas, entonces eres un ignorante, mediocre, sumiso y pandejo.
Como dijo Ofelia Medina ¡hay que tocarse el corazón chingao!
Finalmente, las compañeras prepararon alimentos con los productos del campo que ellas mismas siembran y cosechan. Compartir los alimentos, con todos los hombres y mujeres libres de la perniciosa manipulación de la taravisión y sus menticiarios, fue una rica experiencia que jamás olvidaré.
¡PRESOS POLÍTICOS, LIBERTAD!
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