lunes, 4 de mayo de 2009

Descarta UNAM que haya grupos más vulnerables a influenza A



Descarta UNAM que haya grupos más vulnerables a influenza A

ancianos

Ciudad de México .- El Comité Universitario para Atender la Emergencia Sanitaria manifestó que no existe un grupo más vulnerable que otro a la influenza A, y pidió evitar en la medida de lo posible que niños y adultos mayores salgan de sus casas.

El organismo integrado por connotados investigadores y especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) precisó que “todos somos vulnerables”.

Advirtió que no se puede predecir cuántas muertes causará este nuevo virus en el país, porque se carece de información suficiente, y señaló que tampoco puede afirmarse que el virus esté en su momento más peligroso.

Como parte de la segunda entrega de las 50 respuestas a las preguntas más frecuentes de la población en torno al mal, explicó que hasta la fecha no existe ningún método diagnóstico de detección temprana.

Sostuvo que el virus de la influenza no sólo entra en el cuerpo por la boca y la nariz, sino a través de todas las mucosas, incluyendo los ojos.

El tiempo que permanece viable en el cuerpo es de entre siete y 10 días a partir del contagio, pero ese lapso puede alargarse dependiendo del sistema inmunológico de cada persona.

Detalló que el tiempo que tardan en manifestarse los primeros síntomas es de 24 a 72 horas. Asimismo, consideró riesgoso que grupos de cinco personas o más laboren en oficinas cerradas, porque las probabilidades de que alguien esté infectado aumentan conforme aumenta el número de personas reunidas.

El comité recomendó a las familias de los enfermos verificar con su médico las recomendaciones específicas de cuidado en caso de tener alguna condición especial como embarazo, diabetes, hipertensión y enfisema, entre otras.

Asimismo, pidió verificar el uso de los medicamentos apropiados y tomarlos como se indique; no automedicarse y mantener a la persona enferma alejada del resto de los integrantes de la familia (si es posible, en un cuarto separado, con un baño para su uso exclusivo).

Si la persona enferma está en un área común, debe usar tapabocas. Se debe recordar al enfermo que se lave las manos frecuentemente, en especial después de estornudar, toser o sonarse, y que se seque con toallas de papel que serán desechadas en una bolsa de plástico separada.

Además, todos los integrantes de la familia deben lavarse las manos frecuentemente, sobre todo inmediatamente después de haber tenido contacto con la persona enferma y estar alerta ante cualquier signo de agravamiento de los síntomas que pueda indicar necesidad de atención médica.

La persona enferma no debe salir de casa mientras tenga fiebre o dure el tiempo de contagio (7 días después del inicio de los síntomas en adultos y 10 días después en menores), salvo para visitar al médico.

No se recomienda que la persona enferma reciba visitas y se debe evitar en lo posible que mujeres embarazadas se encarguen de la atención del enfermo.

El organismo universitario consideró que será posible contar con una vacuna específica para la enfermedad en un lapso de cuatro a seis meses, aunque los tiempos para su distribución pueden ser mayores.

El comité recomendó lavarse las manos o limpiárselas con gel alcohol más que utilizar guantes de látex para evitar el contagio en los sistemas de transporte público, y resaltó que un pañuelo desechable que contenga el virus puede ser fuente de contagio durante 24 horas.

Por ello, insistió, todos deben limpiarse las manos con alcohol gel o alcohol normal, o lavárselas cuantas veces sea posible, y no tocarse la cara con ellas, pues así es como se diseminan los gérmenes.

El comité agregó que a nivel social el mal definitivamente tendrá un impacto negativo en el consumo, en giros comerciales de diversos tipos, en el empleo, en la captación de divisas por turismo y en la recaudación fiscal, entre otros sectores.

La dimensión del impacto en el país, puntualizó, dependerá de la duración de la epidemia.

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