Detienen por fraude a socio de los hermanos Bribiesca Sahagún
ARMANDO GUZMáN
VILLAHERMOSA, Tab., 27 de mayo (apro).- El empresario constructor Fernando Saint Martín Zepeda fue detenido y recluido en el Centro de Readaptación Social de esta capital, acusado de un presunto fraude por 10 millones de pesos.
Fernando y sus hermanos Juan de Dios, Rodolfo y Alejandro Saint Martín, son propietarios de grupo "Saint Martín Construcciones" (SMC). Con apoyo de los hijastros del expresidente Vicente Fox, los hermanos Bribiesca, hijos de Martha Sahagún, obtuvieron de Petróleos Mexicanos, durante la gestión de Luis Ramírez Corzo contratos por 2 mil 723 millones de pesos y 12 millones de dólares.
Fernando Saint Martín fue arrestado por la Policía Ministerial el lunes por la tarde, acusado de estafar 10 millones de pesos al empresario Benigno Cevallos, propietarios de la empresa "Construcciones y Servicios", a quien pagó cheques sin fondos por renta de maquinaria pesada.
Manuel Enrique Magaña Espinosa, abogado del demandante, informó que Saint Martín actuó dolosamente al expedir a su cliente cheques "de hule" y de cuentas bancarias sujetas a investigación, por lo que el fraude está sólidamente documentado.
Trascendió que el empresario Benigno Cevallos exige 21 millones de pesos como reparación del daño. Los abogados de Saint Martín demandaron ampliación del término constitucional para aportar pruebas a favor de su cliente, el cual se vence el próximo domingo.
En abril de 2007 la reportera Ana Lilia Pérez documentó en la revista Contralínea que entre 2004 y 2005, a petición del Congreso, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) fiscalizó algunos contratos otorgados por Pemex Exploración y Perforación (PEP) a la empresa Saint Martín Construcciones y comprobó millonarias irregularidades.
La mayoría de los contratos fueron por adjudicación directa, pese a que SMC carecía de capacidad técnica y económica, en clara violación a las leyes de Obra Pública y de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
Aunque la revisión de la ASF se limitó a nueve contratos de SMC, de más de 60 que obtuvo en el sexenio foxista, la ASF comprobó que en la mitad de ellos hubo irregularidades por parte de la empresa y de funcionarios de PEP.
De los contratos asignados a Saint Martín, la ASF fiscalizó seis para obra pública y tres de arrendamiento, en las que encontró irregularidades por más de 380 millones de pesos, entre ellas, omisión de reportes de conclusión de obras y entrega física de las mismas, no presentación de garantías y nula certificación y verificación de PEP.
"La historia de los hermanos Saint Martín en Pemex fue documentada por los contralores internos de la paraestatal, como una de las empresas más corruptas; sin embargo, por la red de tráfico de influencias que tendieron en Pemex a la fecha continúa vigente, pues mantienen el monopolio de los trabajos de "remediación" de pozos petroleros de Campeche, Tabasco y Veracruz, en los que se han detectado serias irregularidades", publicó la revista en abril de 2007.
El contrato más oneroso, por 800 millones de pesos, fue asignado en 2004 por Servicios para Manejo Integral de Recortes y Residuos Líquidos generados durante la Perforación y Mantenimiento de Pozos de Comalcalco, Delta del Tonalá, Reforma y Ciudad Pemex.
Sobre este contrato, que no fue auditado por la ASF, el Órgano de Control Interno de PEP abrió una indagatoria y descubrió que SMC presentó documentación apócrifa y simuló como competidor a una de sus empresas filiales (Proses) para justificar la licitación pública
Como Proses no contaba con una empresa que respaldara el traslado de los residuos, como establecían las bases de licitación, SMC falsificó documentos a nombre de Auto Express Cárdenas S. A. (AECSA), como proveedora para el servicio de transporte de residuos.
El fraude se descubrió y se canceló el contrato, sin embargo, meses después PEP renumeró el mismo contrato "y nuevamente se lo otorgó a Saint Martín, aunque a nombre de CSM y no de Proses".
Contralínea reveló que durante el sexenio de Vicente Fox, los hermanos Saint Martín estrecharon sus vínculos con la Presidencia a través de Manuel y Jorge Bribiesca, mediante un gestor de Pemex llamado Ricardo Silva.
De ese modo, según la revista, los hijos de Marta Sahagún operaron para que Pemex otorgara a CSM un contrato por más de 400 millones de pesos, vía adjudicación directa, para limpiar el derrame de crudo tras una explosión en Nanchital, Veracruz, en diciembre de 2004.
Aun con los antecedentes de incumplimientos de la empresa, la adjudicación "se dio con el visto bueno de Ramírez Corzo y Juan Bueno Torio, a la sazón director general de Pemex y director de Pemex Refinación, respectivamente".
SMC nunca limpió la zona, infló los precios y falsificó documentos para exigir a Pemex el pago de 987 millones de pesos, provocando un conflicto entre los lugareños afectados y la paraestatal. De este convenio finalmente Pemex pagó a SMC 450 millones de pesos, aunque los trabajos de remediación finalmente tuvieron que ser realizados por otras empresas.
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